La mujer herida en la deflagración, Remedios P. M., se mostró ayer cansada y muy afectada por lo sucedido, y relató a este diario que «aún no me lo creo, es algo que no te esperas» y que desconocía quién podía haber ideado la agresión: «No lo sé, yo no tengo ni idea, es ilógico, surrealista», manifestó. En cualquier caso, y a pesar de decir que «estoy mal, tengo toda la espalda quemada», añadió que «por lo menos lo puedo contar».