Apenas quedan unos días para que todos los granados del campo de Elche luzcan libres de fruto porque prácticamente la campaña de recogida de granada mollar está acabando. Los agricultores están vendiendo a unos cuarenta céntimos el kilo a los comercializadores, que están enviando a países árabes, a nuevos mercados asiáticos como Singapur y cada vez más a países nórdicos, además de estar destinando una parte importante también al mercado nacional, hasta el punto de que hace dos semanas solo en Mercamadrid se vendieron 200.000 kilos entre un lunes y un viernes (si bien el veto ruso ha complicado la vida al sector, que enviaba allí por sistema entre cuatro y cinco millones de kilos de las mejores y de las peores calidades), tal y como cuenta Francisco Oliva, presidente de la Asociación de Productores y Comercializadores de Granadas de Elche, quien también relata que si el mercado nacional suponía apenas entre un 10% y un 15% de la producción total que sale del sur de Alicante hace unos seis años, en la actualidad está ya superando el 30%.
En la campaña 2014 se esperan recolectar 50.000 toneladas de granadas, una cifra similar a la del año pasado que se podrá igualar con algo menos de producción porque cada año hay más hectáreas plantadas. La calidad y el calibre de los frutos ha peligrado este año con la sequía, pero las últimas lluvias de septiembre cayeron como una bendición sobre las granadas, que pudieron acabar de engordar justo antes de ser cortadas. Ahora tienen unos meses de margen por delante en los que el fruto puede sobrevivir en cámaras, al menos hasta principios de año, y en esa situación está algo más de la mitad de lo recolectado, pues precisamente en los últimos días ha caído el consumo, según cuenta Francisco Oliva, porque a los consumidores les llama más comer granada cuando hace un poco más de frío.
Mientras tanto, otro 15% aproximadamente de esas 50.000 toneladas va a fábricas de zumo, bien porque tienen poco calibre pero buena calidad o bien porque estéticamente la fruta está estropeada.
Denominación de Origen
Los trámites para conseguir la Denominación de Origen Protegida de Bruselas están ahora pendientes de que la asociación culmine y presente un estudio que está realizando un técnico del IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) comparando todas las granadas mollares de España con la de Elche para demostrar que tiene características únicas. Se están analizando piezas de Tarragona, Almería, Huelva, Murcia... y está previsto que el estudio se alargue durante unos meses. Mientras tanto, la granada mollar pretende hacerse un hueco diferenciado de otras variedades como la «smith» o la «wonderful» (que se cultiva en Estados Unidos, Israel, Chile... y en algunas parcelas ilicitanas también, que tiene un color más llamativo pero un sabor mucho menos dulce y que se consume en ensalada).
La asistencia a ferias con «stands» para degustaciones e incluso demostraciones sobre cómo se pela y se come una granada están en el centro de la estrategia promocional de la asociación, que pretende potenciar la demanda.
