Cuando todavía no ha pasado un mes desde que la muerte de un bebé apuñalado a manos de su madre y arrojado en un contenedor en Alcoy conmocionara a la provincia, ayer se producía un nuevo suceso con un recién nacido como desgraciado protagonista.

A las tres de la mañana de la madrugada del jueves al viernes la Policía Nacional recibía una llamada de la planta de reciclaje de basuras de Elche alertando de la aparición del cadáver de un recién nacido entre la basura sobre la que se estaba realizando el clasificación. El bebé se encontraba dentro de una mochila junto a parte de la placenta.

Inmediatamente se desplazaron al lugar miembros de la brigada judicial de la Policía Nacional, el forense y el juez de guardia para proceder al levantamiento del cadáver e iniciar las investigaciones para determinar las causas de la muerte e intentar dar con la madre del recién nacido.

A la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Elche, propiedad de la UTE Urbahormar, ubicada en la Vallonga, llegan camiones con la basura procedente de localidades del Bajo y Medio Vinalopó, así como de la Vega Baja.

Tal y como explicaba uno de los técnicos de la planta consultados por este diario, «tenemos un control total de los camiones que llevan a depositar la basura y por ello es posible averiguar la procedencia del vehículo que descargó en el foso la mochila con el cadáver del bebé».

Aunque desde la planta no se quiso confirmar la procedencia del camión, algo que sí que se puso en conocimiento de a Policía, entre los trabajadores de la empresa de Urbaser, encargada de la recogida de basuras de la ciudad de Elche, se comentaba ayer que el bebé pudo ser depositado en uno de los contenedores de la zona de la Plaza de Barcelona. Incluso se hablaba de que la Policía ya se había puesto en contacto con el conductor de camión que realiza esta ruta por el barrio de Carrús.

Además, el clasificación de la basura que llega a la planta de reciclaje se lleva a cabo en el mismo día, por lo que todo apunta que el bebé pudo ser depositado en el contenedor el mismo jueves.

Segundo caso en cuatro meses

Se da la desgraciada circunstancia de que el cadáver del bebé es el segundo encontrado entre la basura tratada por esta planta en los últimos meses. El pasado mes de mayo, una de las operarias de la cinta de clasificación en la que se separa el material recuperable como cristal o cartón del resto, tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad tras encontrarse con un cadáver mientras realizaba su trabajo. En aquella ocasión se trataba supuestamente de un indigente que buscó refugio en un contenedor y que fue aplastado por el camión triturador que lo recogió. Al igual que ocurriera hace cuatro meses, también fue una operaria del mismo turno de noche la que ayer se encontró con el bebé muerto.

«La verdad es que es una desgraciada coincidencia que en tan poco espacio de tiempo nos hayamos encontrado con dos hechos tan trágicos como estos que nunca antes se habían dado aquí», declaraba uno de los responsables de la planta.