La polémica entorno a la «guerra de carretillas» continúa. La pasada Nit de l'Albà, a pesar de que la Asociación de Carretilleros y Tradiciones de Elche (Acte) anunció que tan solo podría entrar sus socios (los que había pagado los diez euros de cuota), finalmente el recinto abrió a todo aquél que tuviese el certificado de Consumidor Reconocido Como Experto.

Esta circunstancia provocó, a escasas horas del evento, que el vicepresidente y fundador de la asociación, Juan Manuel Flores, presentara su dimisión al considerar que la decisión de que solo los socios entraran al recinto es «privatizar la tradición», al «restringir y hacer de pago lo que antes era público». Hasta ahora, la postura de la asociación había sido defender esta cuota para el mantenimiento de la misma y para hacer frente al seguro de responsabilidad civil y otros gastos propios, y la consideraban legítima al haberse aprobado por unanimidad en una asamblea celebrada el pasado noviembre.

Sin embargo, Flores asegura que «en principio el pago se aprobó para ser socio de Acte, no para tirar carretillas», por lo que «una cosa es ser socio, que quien quiera paga la cuota, y otra que sea necesario serlo para entrar a la zona acotada». Por tanto, considera que esta decisión «va en contra del propósito de la asociación, que es velar por la tradición y fomentarla entre los carretilleros».

Además, lamenta la desinformación entre los propios carretilleros, pues aunque hasta el último minuto se aseguró que solo entrarían sus socios, finalmente estuvo abierto a cualquier persona con el CRE, tal y como apuntó José Francisco Bernabéu, jefe de la Policía Local. «Nosotros tenemos un listado que nos proporciona la asociación, que viene de la Generalitat y recoge a todo el que tenga el título de CRE», aseguró. «Incluso una persona que obtenga este título en Almansa, para participar en los espectáculos de allí, puede entrar en la zona acotada», sin pagar la cuota, añadió.

Aun así, la participación con respecto al año anterior cayó en un 10%. Según indicó el jefe de la Policía Local, al recinto acotado accedieron 91 usuarios frente a los 101 de 2013 (al cierre de la edición de ayer se habían registrado unas 50 personas, cifra que aumentó durante la noche hasta llegar a 91). «Hubo menos carretillas en el exterior y más controles en el interior», dijo también Bernabéu, quien agregó que el número de carretillas incautadas fuera de esta zona ascendió a 210 frente a las 238 del año 2013, cuando hace 5 ó 6 años la cifra estaba entre las 700 y 800 incautaciones. Además de las incautaciones, se detuvo a cuatro personas por la posesión y quema de estos artefactos pirotécnicos. Las multas, impuestas por la Subdelegación del Gobierno, podrán oscilar entre los 300 y 3.000 euros, una vez se resuelvan las alegaciones por ambas partes. Asimismo añadió que en 2013 se vendieron en la ciudad unas 5.900 docenas de carretillas y este año ha bajado a las cerca de 5.000.

Este diario trató ayer sin éxito de contactar con el presidente de Acte, Jaime Sánchez.