Los transeúntes ya pueden contemplar los restos árabes del siglo XI -los segundos localizados en pleno centro urbano- que se hallan junto al Mercado Central y que quedaron al descubierto al poco de iniciarse las catas arqueológicas el pasado mes de enero como paso previo a la iniciativa para levantar el nuevo complejo de abastos.

Ello es posible gracias a la valla de malla electrosoldada que se ha colocado en todo el perímetro y que, tras sustituir a la anterior propia de obra, permite observar las catas. Posteriormente se procederá a la colocación de un techado, para proteger de las inclemencias meteorológicas el recinto, y también se instalará en breve paneles informativos para que los que se asomen a este lugar entiendan mejor los orígenes de Elche.

El coordinador de Cultura, Pablo Ruz, señalaba ayer que a través de estos elementos se aportará información que den sentido y origen a los restos arqueológicos, de manera que los ciudadanos puedan entender lo que observan.

Tanto este vallado, como el inminente techado y el sellado de la trampilla ubicada fuera del recinto y que da acceso a uno de los refugios de la época de la Guerra Civil serán provisionales

La idea es que cuando se acometa el nuevo Mercado Central, que el equipo de gobierno del PP así lo tiene decidido, el proyecto incluya también la musealización tanto del refugio de la Guerra Civil como de los restos arqueológicos. El primero podría acoger incluso visitas y actividades culturales.

El edil de Infraestructuras, Vicente Granero, señaló ayer que están a la espera de que se entreguen los informes de los arqueólogos sobre las catas, pero que en cualquier caso quedarán integrados en el proyecto del nuevo Mercado Central, el cual se adjudicará en «breves semanas». Para hacerse con esta actuación compiten dos empresas, una de Elche y otra gallega, El grupo El Árbol al final no concurrió.