La Comunidad General Riegos de Levante Margen Izquierda pulsó ayer el botón que corta el suministro de agua a uno de sus nueve miembros, la comunidad de base El Canal, como medida de presión o como castigo por no pagar una deuda de 740.000 euros. Pasadas las 11 horas se cumplía el último ultimátum dado a El Canal y, no habiéndose registrado el ingreso del dinero, comenzaban a «desconectarse» los contadores que suministran a cada uno de los 6.700 comuneros que forman parte de esta comunidad de base, la más numerosa y que supone un 35% de Riegos de Levante. El corte llegó primero a las tomas de goteo y después también comenzaron a secarse los partidores y acequias. Los propietarios de 8.069 hectáreas de cultivo en el Camp d'Elx (según datos del Ministerio de Agricultura) se encuentran desde ayer por la mañana con que no reciben un agua por la que han pagado por adelantado y con la que cuentan para sacar adelante sus cosechas, todo por un conflicto que, a decir verdad, la inmensa mayoría no entiende.

De un lado está la versión de Riegos de Levante, en la que se ratificó ayer en rueda de prensa su portavoz, Ángel Urbina: El Canal debe 740.000 euros por servicios prestados por personal de la Comunidad General entre 2008 y 2012 y por hidrantes (contadores) que ha cobrado a los comuneros y que después no ha pagado, y el interés de su presidente en no pagar es «acosar» y «ahogar» a Riegos de Levante. De otro lado, la versión de El Canal, en la que también se mantuvo ayer su presidente, Javier Berenguer: Que la deuda no se les ha justificado ni tampoco se les ha notificado oficialmente, y que por tanto no van a pagar dicha cantidad hasta que no se demuestre que la deben. Ambos contradicen la versión del otro, y mientras Urbina asegura que la deuda está más que justificada y se ofrece a reunirse para repasarla, Berenguer sostiene que ha presentado mil y una solicitudes de documentación que no le responden por escrito. Ni sobre quién debe decidir hay acuerdo, pues si bien el pasado mes de diciembre se acordó acudir a un arbitraje, en enero se volvió a romper la negociación al mantener El Canal que debían ser tres mediadores y sostener Riegos de Levante que solo fuera una persona, asignada por el Colegio de Economistas de la provincia.

Sea cual sea el caso, la Asamblea General de Riegos de Levante tomó el sábado 22 la determinación por un solo voto (29 contra 28) de cortar el agua si no se pagaba la deuda. Por un lado Urbina dice que los estatutos de Riegos de Levante, las normas y los acuerdos de su Asamblea General hay que cumplirlos; y por el otro lado Berenguer dice que las leyes están para respetarlas, y que el procedimiento para reclamar la deuda no ha sido legal.

El presidente de El Canal anunció ayer que ha pedido que se pronuncie el Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) y que con ello y un aval depositado ante notario por 740.000 euros la Ley General Tributaria dice que el corte de agua se debe suspender.

Nada de eso le vale a la otra parte, que dice que no volverá a activar el agua si no cobra, y que devolvió el lunes el aval porque lo que quiere es el dinero. Y es que Urbina reconoció ayer que este impago ahoga a Riegos de Levante, por cuanto la Comunidad General tiene una deuda de casi 700.000 euros con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) que tiene que pagar ya, o enfrentarse a un recargo del 20% por demora. Riegos de Levante no dispone de ese dinero, explicó, porque solo se nutre económicamente de lo que le aportan y le pagan las comunidades de base. Si dejan de pagarle, no puede a su vez hacer frente a los pagos que debe, y por lo tanto puede acabar volviendo a una situación similar a la de hace 25 años, cuando casi echa el cierre por bancarrota (la deuda, en este caso, es por agua y por servicios recibidos, y a este respecto, Berenguer replica que El Canal sí que ha pagado por el agua).

En cualquier caso, sí coinciden los dos bandos en que los cultivos no pueden aguantar un día sin agua, y que el conflicto debe resolverse en las próximas horas. Sin embargo, cada uno confía en que será el otro el que tendrá que ceder, y no se observa -o al menos no lo dejan ver- que piensen dar su brazo a torcer. Y es que El Canal tiene el sábado una asamblea en la que podría someter el asunto a votación entre sus comuneros, pero esperar cinco días ya sería letal.

Meteorología

Con los vientos de los últimos días, los terrenos están especialmente secos, y con las temperaturas que se avecinan, los campos van a necesitar agua urgentemente. No parece que vaya a llegar del cielo, aunque las probabilidades de lluvia para el jueves son de un 30% de media, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Los representantes de los sindicatos agrarios Asaja y La Unió, Pedro Valero y Santiago Pascual, coincidían hace unos días en que un plazo de tres días sin agua puede ser devastador para las hortalizas (mucho más vulnerables que las plantaciones de árboles) y aún más si, como es el caso, en la mayoría de los canales Primero y Segundo de Levante (integrados ambos en El Canal), los campos se riegan mediante goteo, ya que este sistema deja menos reservas de agua en el suelo.

El sindicato Asaja Alicante emitió ayer un comunicado en el que sostenía que «instará al juzgado para que arbitre una medida cautelar que restablezca el servicio de agua» mientras se resuelve quién tiene razón, porque los regantes «no tienen ninguna culpa; el riesgo es muy grave, ya que tienen tres días para regar y si no lo hacen perderán sus cosechas, y menos días supone mermas de producción».