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Una plaga de conejos arrasa los cultivos de Carrizales y provoca pérdidas de 50.000 euros al año

Los agricultores señalan que la excesiva presencia de los mamíferos es desastrosa, ya que acaban con los cereales, granados y hortalizas

Los excrementos de los conejos y los cultivos roídos confirman la existencia de la plaga. antonio amorós

Los conejos han puesto en jaque a los agricultores del Camp d'Elx, han arrasado los cultivos de Carrizales y han afectado también a las zonas más cercanas a la sierra y al río Vinalopó.

La plaga, que también fulmina las cosechas de Castilla La Mancha y Aragón, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los trabajadores del campo.

En este sentido, la Comunidad de Regantes de Carrizales ha cuantificado en 50.000 euros las pérdidas económicas que provocan los destrozos de los conejos al año.

«Es un desastre absoluto, no sabemos qué hacer porque acaban con todo. Estamos ante una plaga inaguantable todo el año», señaló Manuel Esclapez, presidente de Carrizales.

Y es que, la excesiva presencia de estos mamíferos en el campo crece con el paso del tiempo y no deja de preocupar al sector. De hecho, según calculan desde la comunidad de regantes, este ejercicio el número de conejos ha podido aumentar entre un 15% y un 20%. «Hace cuatro años que expusimos a las administraciones esta alerta, pero el problema va a más», afirmó Esclapez.

Los granados, las habas, los cereales, las alcachofas.... y también los tubos de riego. Todo ello es un gran manjar para los conejos que campan a sus anchas por las 1.300 hectáreas de extensión que ocupa el territorio de Carrizales.

Los agricultores tienen que lidiar con los estropicios en los cultivos, pero también con las fugas de agua, ya que esta especie se encarga de roer los troncos del arbolado y de las tuberías.

«Los trabajadores tienen que proteger con plásticos los granados para evitar daños, pero el maíz empieza a brotar ahora y se pierden muchos kilos porque los conejos se los comen», apuntó un agricultor.

Controlar la situación

Ante esta problemática situación, desde Carrizales piden a los responsables del coto de caza de la sierra del Molar y a las administraciones que aumenten las actuaciones para erradicar la plaga.

Hasta ahora, el parque natural agrario de Carrizales se ha encargado de trasladar a los cazadores la necesidad de hacer batidas cuando detectan los focos de conejos, pero hasta ahora no han sido suficientes.

Y es que, esta zona del Camp d'Elx es un paraje óptimo para la población de conejos debido a las características de su hábitat. «Los azarbes, los escondites, el mantenimiento sostenible que realizamos en el terreno y la proximidad con la sierra del Molar son propicios para la presencia de estos animales», explicó el presidente de la comunidad.

Más afectados

En menor medida, los agricultores del resto del Camp d'Elx también sufren los estragos de los pequeños mamíferos.

«Se están dando problemas, y daños salteados, pero todavía no es alarmante», explicó Pedro Valero, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores.

Con ello, las cosechas más cercanas a la sierra y al río Vinalopó también son otros de los escenarios elegidos por los conejos, al igual que ocurre con los terrenos más próximos a las Salinas de Santa Pola.

Según Valero, los trabajadores del campo se ven obligados a atajar el problema de manera particular, con la colocación de barreras para evitar la entrada de los animales.

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