El magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de Elche, que mañana juzgará a Alejandro Soler por los presuntos delitos de malos tratos y amenazas en el ámbito familiar a su exmujer, Manuela Gonzálvez, no ha admitido gran parte de los testimonios y pruebas que el exalcalde quería hacer constar en su defensa. En concreto, y según ha podido saber este diario de fuentes del Partido Socialista, el juez ha decidido que no procede la declaración como testigo de Antonio Rodes, portavoz del grupo político en el Ayuntamiento, quien podía aportar el contenido de una entrevista con la exmujer de Soler.

El líder socialista confirmó ayer que «este domingo me dijo Alejandro Soler que no era necesario que testificara a su favor en el juicio porque el juez no ha admitido su testimonio». Ante esto, quiso aclarar que no se trata de que se haya echado atrás: «Para nada he cambiado de idea sobre testificar a favor de Alejandro Soler, pero si el juez lo rechaza no puedo hacer nada para ayudar a un compañero cuya situación, desde mi punto de vista, es injusta».

El exalcalde se enfrenta a una posible condena privativa de libertad de 38 meses. Eso es al menos lo que solicita el fiscal en su escrito de acusación provisional (al que se adhirió la acusación particular) aunque sus conclusiones pueden variar a lo largo del juicio.

Desde que el pasado miércoles 13 de febrero Soler declarara en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer, la magistrada impuso una orden de alejamiento de 300 metros de su exmujer y el exalcalde anunció que se apartaba de la vida política temporalmente, hasta la celebración del juicio, asegurando que confiaba en salir absuelto porque es víctima de una denuncia falsa. Aún así, no ha renunciado a su acta de concejal ni en la Diputación provincial de Alicante, donde ejercía de portavoz del grupo socialista.

Apenas unos días antes su exmujer, Manuela Gonzálvez, denunciaba en la Comisaría de Policía Nacional que había sufrido una agresión el domingo anterior cuando se encontró con su exmarido para que recogiera al hijo de ambos, del que tenían la custodia compartida. En su denuncia aseguró que sufrió lesiones en un codo y las cervicales como consecuencia de un empujón, y que Alejandro Soler ya le había propinado anteriormente otro y le había proferido en varias ocasiones amenazas mientras convivían y con posterioridad. Los hechos se verán en la vista oral, señalada para quince días después de la declaración en sede judicial.