La ciudad ilicitana continúa aspirando al regreso de la Dama de Elche, el busto más representativo del arte ibérico, al conmemorarse el próximo domingo el 116 aniversario de su descubrimiento en una zona de esta localidad conocida como La Alcudia.

La Real Orden de la Dama de Elche ha organizado diversas actividades para celebrar esta efeméride, entre las que se incluye la visita al yacimiento de La Alcudia, donde se podrán observar las nuevas excavaciones realizadas en dicho enclave.

El presidente de esta entidad, Antonio Martínez Camacho, ha destacado hoy, en rueda de prensa, que estos actos tienen también un carácter "reivindicativo": el deseo del regreso del busto a "su ciudad" de forma permanente.

Con motivo del aniversario habrá también una visita a la Torre del Homenaje del Palacio de Altamira donde está expuesta una réplica exacta de la Dama de Elche, esculpida a partir de un estudio en tres dimensiones y cedida el pasado año por el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (Marq).

Enmarcado en la conmemoración del descubrimiento del busto ibérico, la citada entidad ha procedido al nombramiento de las nuevas Damas y Caballeros de Honor de la Real Orden.

En esta ocasión, las Damas de Honor son la chef ilicitana y ganadora de una estrella Michelín, Susi Díaz, y la vicerrectora de Relaciones Institucionales de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, María Teresa Pérez Vázquez.

Los títulos de Caballeros han recaído en el rector de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), el ilicitano Francisco José Mora, y, a título póstumo, en el que fue director provincial de la Mutua MAZ-Ilicitana, Francisco Buitrago.

Por otra parte, mañana se inaugurará una exposición de pintura sobre la Dama de Elche en la Torre de la Calahorra y al día siguiente se disputará la segunda edición del campeonato internacional "Pulmón de Oro", consistente en el lanzamiento de hueso de dátil y oliva.

La Dama de Elche, considerada una obra maestra del arte ibérico, que los expertos datan en torno al V a.C., es de piedra caliza y fue hallada en 1897 en el yacimiento de La Alcudia, en el término de Elche, por un muchacho de 14 años que colaboraba en unos trabajos agrícolas, Manuel Campello Esclapez.

Un arqueólogo francés se la adquirió al propietario de la finca y la pieza fue a parar al Museo del Louvre, que pagó por ella 4.000 francos de la época.

Allí pasó 40 años hasta que, durante la invasión nazi de Francia (1940), fue temporalmente trasladada a Toulouse.

En 1941, una negociación entre los gobiernos de España y de Vichy (colaboracionista de Hitler) acabó con el traslado del busto al Museo del Prado, donde permaneció tres décadas y desde donde viajó a Elche, en 1965, para una exposición.

Desde 1971 pertenece al Museo Arqueológico Nacional.