­Los bañistas de la playa de Arenales contemplaron ayer con asombro cómo una vaca era arrastrada por las corrientes hasta la orilla. Aunque pueda parecer que se trata de una imagen insólita, no lo es, puesto que se repitió hace tres años, esta vez en la playa del Carabassí.

Eran cerca de las seis y media de la tarde cuando unos bañistas contemplaron una mole flotando en el agua, tras avisar al servicio de socorrismo comprobaron que se trataba de una enorme vaca muerta. Los miembros de DYA intentaron sacarla del agua con la ayuda de dos motos acuáticas, algo que fue imposible dado el enorme tamaño del animal. Finalmente desistieron y fueron las olas y las corrientes marinas las que arrastraron la vaca hasta la orilla, a unos cien metros del Hotel de Arenales.

El animal apareció con la cabeza cortada y con inicio de descomposición, tal y como aseguran los testigos.

Al lugar se desplazaron dos patrullas de la Policía Local con el fin de acordonar la zona y, posteriormente, elaborar un parte que será remitido hoy mismo a Sanidad.

Sobre las nueve de la noche llegaron a la playa operarios de Urbaser que con una pala cargaron al animal para llevarlo al vertedero municipal, donde, según fuentes municipales, será incinerado.

Las primeras hipótesis de la Policía Local apuntan que pueda tratarse de un animal que murió en un carguero y que fue arrojado al mar por los propietarios del mismo.

El hecho de que el animal apareciera con la cabeza cortada pudo deberse al interés por que nadie averigüe su procedencia, puesto que las vacas suelen llevar en la oreja un chip identificador.

No es la primera vez que se da un suceso de estas características en las playas ilicitanas. En abril de 2010 apareció otra vaca muerta en la playa del Carabassí. El animal llevaba varios días fallecido.

Miembros del Seprona detectaron que al animal le faltaba un trozo de oreja, precisamente en la que debía de tener colocado el chip de identificación del ganado, una especie de placa en la que consta a qué ganadería pertenece. Por este motivo, la Guardia Civil abrió una investigación para aclarar la procedencia de la vaca.