A bombo y platillo. Así recibió ayer el equipo de gobierno liderado por Mercedes Alonso el cambio de nombre de aeropuerto, que, desde ayer, y tras la publicación en el BOE de la resolución firmada por la ministra de Fomento, Ana Pastor, pasa a denominarse de Alicante-Elche. Sin embargo, la nueva designación no tendrá ningún tipo de consecuencias para las operaciones del aeropuerto provincial, puesto que Aena ya ha comunicado a las compañías aéreas que el cambio de nombre se queda en algo estético y como un mero formulismo administrativo. No en vano, el código para la navegación aérea seguirá siendo «ALC», tal como ha venido ocurriendo hasta que la alcaldesa de Elche solicitara el cambio de nombre el 2 de octubre del año pasado.

El asunto se quedará, por tanto, en una iniciativa estética reducida a los carteles anunciadores y a las campañas de promoción turística del Ayuntamiento de Elche, ya que no parece que Torrevieja, Benidorm o Alicante vayan a utilizar el nombre completo, oficial desde ayer, del aeródromo para sus folletos. Es más, hay compañías que incluso obvian los nombres oficiales de los aeropuertos a la hora de programar sus vuelos y, por ejemplo, al aeropuerto murciano de San Javier lo denominan «Costa Blanca-Sur».

El Ministerio de Fomento, previa consulta con el Ayuntamiento de Alicante, accedió al cambio de nombre y éste figurará en todos los carteles que anuncian la ubicación del aeródromo. La modificación costará 50.000 euros, que irán a cargo del municipio ilicitano, aunque la regidora de Elche ya anunció hace unos días una campaña de «cuestación popular», dirigida fundamentalmente a los empresarios de Elche, para ayudar a las arcas municipales a soportar el gasto.

Finalmente, la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d'Elx recogió el guante el pasado lunes y abanderó el proyecto planteado por la alcaldesa, hasta el punto de que, desde el colectivo, se comprometieron a recoger fondos hasta recaudar los 50.000 euros, con calendario de pagos incluido en el caso de que no se obtenga todo antes de que el Ayuntamiento deba abonar los costes a Aena.

El encargado de valorar la noticia en Elche fue el coordinador genera de Cultura, Pablo Ruz, quien anunció la publicación en el BOE del cambio de nombre del aeropuerto precisamente en la comparencia para dar cuenta de los asuntos tratados en la Junta de Gobierno Local.

En cualquier caso, Ruz no dijo nada nuevo. Se limitó a decir que era una reivindicación «histórica» de Elche y que reforzará la política turística de la ciudad, pero admitió que no sabía ni cuánto dinero había recaudado hasta ayer, ni qué tipo de calendario de pagos se va a acordar, ni cuándo se licitará el cambio de rotulación o se pondrá la nueva señalización, aunque el equipo de gobierno ya ha mostrado su interés en que el cambio se haga efectivo antes de las fiestas de agosto.

Por su parte, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, reiteró que no tenía ningún problema con que el aeropuerto se denomine aeropuerto Alicante-Elche, como no tuvo «cuando se le conocía, y se le conoce actualmente, como aeropuerto de El Altet».

Por otro lado, paradójicamente en la jornada de ayer, en el mismo BOE donde se recogió el cambio de nombre, se anunciaba también la apertura de plicas de la licitación del servicio de tratamiento de equipajes en el aeropuerto (2,8 millones de euros) y en el pliego el nombre era «Aeropuerto de Alicante». Sólo una anécdota.

La resolución publicada en el BOE se remite al acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento y Aena en lo que respecta a los importes, plazos y condiciones. De hecho, el documento dice literalmente que se modificará «la señalización tanto interior como exterior de la terminal, los vehículos de servicio del aeropuerto y, en papelería, únicamente los sellos de caucho y tarjetas personales».

Además, el acuerdo detalla que el importe máximo de licitación será de 50.000 euros, y alerta de que Aena no contratará a la empresa adjudicataria del expediente hasta que no reciba por parte del Ayuntamiento de Elche el precio total de la adjudicación. Incluso se especifica que será causa de resolución automática del convenio no entregar las cantidades en el plazo establecido.