­El nuevo sistema integrado de atención a las emergencias a través del teléfono 112, o lo que es lo mismo, el cierre en la práctica del CICU de Alicante, ha tenido en su estreno las primeras consecuencias graves en Elche. Dos enfermos -un conductor de quad accidentado en la carretera de La Marina y un paciente con patología cardiaca en El Altet- tuvieron que esperar ayer por la mañana durante más de 40 minutos a la llegada de una ambulancia para ser atendidos en un centro hospitalario.

Al parecer, en el caso del accidente de La Marina, las teleoperadoras de la Conselleria de Gobernación de Valencia contactaron con las ambulancias de DYA en Elche tras las llamadas de los testigos, pero explicaron a los responsables del servicio de evacuación ilicitano que el siniestro había ocurrido en una gasolinera en Torrellano. Sin embargo, los ocupantes de la ambulancia se extrañaron de las indicaciones recibidas y durante el trayecto contactaron varias veces con el 112 para aclarar con exactitud el lugar del accidente, lo que provocó que el herido tuviera que permanecer durante unos 45 minutos en la calzada a la espera de la ambulancia, con el agravante de que el lesionado era un hombre de nacionalidad finlandesa que no hablaba castellano y que no podía indicar el alcance de sus lesiones. Finalmente, la ambulancia del DYA recondujo el trayecto y llegó al lugar del accidente para evacuar al herido hasta el Hospital General de Elche, con el consiguiente enfado y perplejidad de las personas que fueron testigo de los hechos. Se da la circunstancia, además, que existe una ambulancia de soporte vital básico en Guardamar, a escasos metros del lugar del accidente y que hubiera podido evacuar rápidamente al herido sin demoras.

También un enfermo con problemas cardiacos que acudió al servicio de urgencias del centro de salud de El Altet tuvo que esperar durante más de 45 minutos hasta la llegada de una ambulancia a la citada pedanía ilicitana para ser trasladado hasta el hospital.

Fuentes sanitarias han criticado durante la decisión del Consell de trasladar a Valencia el centro de emergencias, una medida que establece que las teleoperadoras de Valencia sean desde ayer las encargadas de comunicar con el CICU en el caso de pacientes con procesos vitales o no demorables como hasta ahora, pero en el caso de pacientes menos graves serán ellas directamente las que gestionarán la asistencia a estos pacientes, comunicando con los centros de salud de los departamentos, que ya no reciben las llamadas desde el cicu de Alicante, sino desde la central 112 de La Eliana. En ninguna de las dos emergencias registradas ayer en Elche hubo que lamentar un desenlace fatal, pero fuentes sanitarias alertan de que la demora en la atención de las urgencias puede tener consecuencias irreparables para los ciudadanos. Se da además la circunstancia de que en Elche el número de SAMUs no se ha visto disminuido gracias al acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento con DYA, que ha puesto dos de sus ambulancias al servicio del destacamento de emergencias.

En cuanto a las incidencias registradas ayer en la ciudad de Alicante, los mayores problemas estuvieron motivados por fallos en las emisoras de las ambulancias. Y es que ayer también comenzó a funcionar el nuevo sistema de comunicaciones, el Tetra, con el que se integra a los sanitarios con otros cuerpos de seguridad, como los bomberos. «El problema es que no ha habido un rodaje para empezar a utilizar poco a poco el sistema, por lo que nos hemos encontrado con todo de golpe», explicaba ayer personal del SAMU. Al parecer, el fallo ha impedido en varias ocasiones establecer contacto entre las ambulancias y la central del 112 en Valencia. "No podíamos dar aviso de que iniciábamos los servicios, por lo que allí no sabían si se había movilizado o no la ambulancia", explica esta misma fuente.

Este problema de desconfiguración ha provocado "que en un mismo aviso se hayan presentado el SAMU, un Soporte Vital Básico, la Policía y los bomberos".

El nuevo sistema de comunicaciones funciona vía satélite y con él las ambulancias reciben los avisos a través de mensajes de texto. "Cuando hay un aviso suena un pitido y no se oye muy bien, por lo que nos crea mucha inseguridad y tenemos que estar todo el rato encima para que no se escape nada", señalaron ayer miembros de una base del SAMU en Alicante.

Desde el sindicato CC OO en el Hospital General de Alicante aseguran que este tipo de problemas irán al alza. "Se trata de un recorte más que va a tener una repercusión directa en el paciente y también en los trabajadores que atienden las emergencias".

Por su parte, desde el sindicato UGT en el centro sanitario alicantino critican "el derroche que ha supuesto abrir la nueva sede del CICU para que ahora prácticamente no se le dé ningún uso". El sindicato recuerda que estas nuevas dependencias, en las que se invirtieron 700.000 euros, "estaban preparadas para grandes catástrofes y en ellas trabajaban 25 personas». Ahora, «sólo quedarán tres o cuatro trabajadores sin que nadie haya explicado qué pasa con el dinero invertido".

Una de las provincias con más emergencias en la Comunidad

La decisión de "desmantelar" casi en la práctica el CICU en la provincia de Alicante coincide con el hecho de que en los municipios alicantinos se registra la cifra más elevada de emergencias sanitarias dentro de la Comunidad, en concreto 101 diarias, frente a las 89 de Valencia y las 30 de la provincia de Castellón, según los datos facilitados por fuentes sanitarias. En el CICU trabajaban en coordinación 25 personas, entre operadores, locutores y médicos, que recibían todas las llamadas de la provincia, valoraban la gravedad de la emergencia y movilizaban el recurso correspondiente (Soporte de Atención Médica Urgente, Soporte Vital Básico...). Desde ayer, las llamadas entran únicamente por el 112 en Valencia, donde se valora la emergencia. M. J. M.