El psicólogo José Pedro Espada admite que las actitudes suicidas ante posibles desahucios son difíciles de detectar, por lo que alerta de la importancia de tomar en serio a una persona cuando muestre desesperación y una visión muy negativa de la vida.

¿Qué puede llevar a una persona al borde del desahucio a tomar la decisión de suicidarse?

Perder la vivienda es una situación en la que es posible valorar que es preferible el suicidio antes que quedarse en la calle. El afectado puede sentir fracaso extremo e interpretar que la situación no tiene solución actual ni futura, por lo que se siente indefensión. El sufrimiento que genera esto puede contribuir a que alguien valore erróneamente que terminar con su vida es un alivio ante un problema de tal magnitud.

¿Cómo se le puede convencer a un afectado DE que el suicidio no es la solución al problema?

Existen suicidas pasionales que actúan de forma impulsiva y otros más reflexivos que llegan a una valoración negativa de su vida y ven la muerte como una liberación. Una estrategia general cuando existe riesgo de suicido es acompañar 24 horas para no dejar sola a la persona en riesgo. Si el afectado ha verbalizado la idea del suicidio, hay que tomarlo en serio y se procura convencerle para posponer la decisión. Cuando alguien llega a esta conclusión, se le puede ayudar a ver las ventajas de permanecer vivo por muy malo que sea su contexto. Para prevenir la conducta suicida se recurre también a plantear los efectos de su muerte sobre otras personas queridas.

¿Cómo diagnostica un psicólogo una tendencia de carácter suicida? ¿Qué síntomas presentan estas personas antes de tomar una decisión tan radical?

Cada persona tiene una serie de recursos para afrontar la adversidad. Quedarse sin hogar es algo terrible, pero no necesariamente es el fin del mundo. A la persona que llega a esta situación extrema le suelen faltar esos recursos, no sólo materiales, sino también personales para afrontar la situación, pedir ayuda, buscar alternativas... En los casos extremos, suele ganar la batalla el desánimo y la persona muestra síntomas depresivos, cierta pasividad y ve muy negro el futuro.

¿Se puede detectar la actitud ante un suicidio inminente?

Habría que estar atento a sintomatología depresiva: estado de ánimo extremadamente bajo, pasividad, verbalizar que el futuro no tiene solución o hablar de la posibilidad de suicido como posible salida. Está claro que en una situación como un desahucio esta reacción de tristeza y desánimo es normal, pero cuando se observa desesperación y una visión muy negativa de que nada va a mejorar, ahí debe saltar la alarma.

¿Qué puede hacer un psicólogo ante esta situación? ¿Qué intenta transmitir al paciente?

Intentamos transmitir que la situación desencadenante es de las más difíciles a las que una persona se puede enfrentar, pero no es imposible superarla, y que por lo tanto merece la pena buscar rehacer su vida y que existe la posibilidad de volver a ser feliz en un futuro. También tratamos de que la persona no viva la situación como un fracaso personal que cuestione su valía, ni que le preocupe en exceso la opinión de los demás sobre su problema. Todo lo contrario, se estimula la búsqueda de ayuda y el dejarse ayudar, algo que por orgullo en ocasiones se puede hacer difícil.

Y parece recomendable acudir a un especialista...

Son difíciles de detectar y casi siempre se hace demasiado tarde. Siempre que alguna persona querida presente un problema emocional -una situación tan difícil y estresante como la pérdida de su hogar- es recomendable pedir ayuda profesional. Aunque por desgracia no se puede hacer nada para hacer desaparecer el problema, sí que existen formas mejores que otras de enfrentarse a él.

¿Existe el fenómeno de contagio?

Por lo general, la visibilidad de un comportamiento tiene un efecto desinhibidor en otras personas y se puede copiar con mayor facilidad.

¿Qué debe hacer el entorno?

Estar atento al familiar que pasa por esta situación, ofrecerle ayuda y acompañarle. E intentar que el sujeto no se culpabilice por la situación. Ayudándole a buscar soluciones y a mantener la esperanza en que su situación mejorará en el futuro.

¿Cuál debe ser la actitud de la sociedad ante este fenómeno?

Dar apoyo moral y reivindicar este tipo de situaciones injustas.