E l Servicio de Mantenimiento y Protección de la Reserva Marina de la Isla de Tabarca ha llevado a cabo una inmersión para comprobar en qué medida podía afectar la avioneta sumergida, que el pasado miércoles cayó al agua, a la reserva marina del islote.

Submarinistas del mencionado servicio, dependiente de la Secretaría General de Pesca Marítima (MAPA);, comprobaron ayer que el aparato, situado a una milla aproximadamente de Tabarca, no está afectando a su particular ecosistema marino.

El personal especializado quiso «cerciorarse rápidamente, dada la proximidad del hundimiento con respecto a los límites de la reserva marina - a escasos metros del límite oeste de la misma, concretamente entre sus boyas perimetrales números 4 y 5 - de que el aparato no presentaba fugas de combustible o aceites del motor que supusieran posibles daños ambientales a sus aguas y comunidades biológicas», según indicaron ayer fuentes de este mismo servicio que durante cerca de dos horas estuvieron localizando el aparato, una Beech Musketeer A-23-24 Super III, matrícula EC-BMA, y que puede llegar a pesar unos 630 kilos.

Las mismas fuentes indicaron que han encontrado la avioneta «completamente clavada en el fondo marino, sin hacer grandes daños en el mismo, dado que coincide en ser una zona mayoritariamente de fango, a veinte metros de profundidad, y no presentando el aparato grandes deterioros a primera vista».

Por su parte, Vicente Pascual, el patrón del Vicente Martínez «El Roch», un barco con 16 años haciéndose a la mar y que el pasado miércoles realizó la faena de su historia al rescatar al piloto, indicaba ayer por la tarde que el accidentado todavía no se había puesto en contacto con la tripulación y que en principio es factible, siempre que así lo requiera el seguro o Aviación Civil, recuperar la avioneta del fondo.