La crisis económica y el incremento de las tasas se aducen como las principales razones para que en la Universidad Miguel Hernández se haya invertido la tendencia más reciente en cuanto al modo de hacer frente al pago de las matrículas por parte del alumnado.

Del pasado curso hasta el presente ejercicio académico, el número de estudiantes oficiales que se ha acogido al abono fraccionado, para hacer frente a las tasas universitarias, se ha incrementado un 12 por ciento, de manera que se ha roto con la curva descendente de los últimos tres años.

Así las cosas, si en el curso 2010-2011 un total de 4.796 estudiantes se acogían al pago fraccionado, en el siguiente, el número descendía ligeramente hasta los 4.624.

Sin embargo, el reciente incremento de las tasas universitarias impulsado desde el Gobierno central y repercutido en las administraciones autonómicas que ha entrado en vigor en el presente curso, ha llevado a que muchas familias opten por solicitar más que nunca esta posibilidad de pago diferido.

En concreto, según datos aportados desde la Universidad Miguel Hernández, un total de 5.224 matriculados, un 12% más que en el curso 2011-2012, han marcado en su registro de matrícula pagar las cuantías por tramos a lo largo de estos dos cuatrimestres en que se prolonga el año académico.

Evolución

Este número de estudiantes, dicho de otro modo, indica que el 43 por ciento de los matriculados en titulaciones oficiales en la Universidad Miguel Hernández solicita no centralizar en un único pago la matrícula. En el curso 2011-2012, este porcentaje representó el 38,6%.

Inmaculada Lara es un ejemplo a pie de campus de esos muchos estudiantes a los que la subida de las tasas universitarias le llevó incluso a plantear dejarse la carrera con seis asignaturas pendientes.

Su situación es especial: Se encuentra en quinto de Periodismo, tiene 37 años, trabaja como auxiliar de laboratorio de 6 a 14 horas y se confiesa mileurista, al igual que su marido. Además, por si no fuera suficiente es madre de tres hijos. En definitiva, una auténtica locura para poder buscar huecos para estudiar.

Pese a encontrarse de frente con numerosos impedimentos para conciliar vida laboral, personal, familiar y estudiantil, ella no ha abandonado, gracias también contar con el apoyo de familia, compañeros, profesores y el propio Rectorado.

La "desproporcionada", a su juicio, subida de tasas, le llevó a dudar: "Me desanimé mucho. Antes, el curso completo me costaba entre 600 y 700 euros, pero ahora me supone unos 1.200 y eso sólo tres asignaturas", declaraba a este medio.

Sin facilidades

En su opinión, aunque los políticos aseguren que hay numerosas facilidades y ayudas para aquellas personas con hijos y sin hijos que quieran estudiar, la realidad es otra, como se está viendo en la actualidad.

"Desde el inicio de esta apasionante carrera he tenido que recurrir a las convocatorias de junio, septiembre y diciembre. He tenido que utilizar el tiempo de descanso para rascar horas al día y, en algunos casos, al tiempo que dedico a mi familia. Por lo que no soy una estudiante repetidora por falta de inteligencia o por desidia o por ineptitud, sino por necesidad. Y todas estas circunstancias han hecho que en los cinco años de carrera solamente se me dotara de beca en dos años, con lo que los estudios han salido del bolsillo, pese a ser una familia con sueldos mileuristas y para más inri, familia numerosa", según escribía en su blog.

Ella y el resto del alumnado de la Comunidad Valenciana está atendiendo este curso a una subida, en segundas matrículas, de un 35 por ciento del coste real; para terceras matrículas, un 75 por ciento; y para cuartas matrículas un 100 por ciento.

La Universidad Miguel Hernández, como muchas universidades, ofrece la posibilidad del pago único, fraccionarlo en dos o hacerlo en cuatro plazos. El pago aplazado no implica recargo o intereses y los cuatro tramos se hacen efectivos al tercer día de formalizar la matrícula, en los primeros diez días de diciembre, y a principios de enero y comienzos de febrero de 2013.

Incremento del 33% en primera matrícula

El Consejo Valenciano de Universidades y de Formación Superior aprobó el pasado 18 de junio un aumento de las tasas de un 33% en el precio de los créditos en primera matrícula para este curso. El incremento con respecto al año pasado es de entre 4,04 euros y 6,16 euros por crédito, o lo que es lo mismo, entre 242 euros y 370 euros por curso, dependiendo del grado de experimentalidad.