Todavía hay tiempo, pero se han cometido demasiados errores que, entre silencios, han ido deteriorando el paisaje urbano, el contenido histórico y las similitudes arquitectónicas de un barrio como El Raval. Y en estos momentos, "aprovechando la revisión del vigente Plan de Ordenación Urbana y la actualización del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos (por tratarse de un yacimiento arqueológico), hemos realizado un informe en el que se reclama la protección tanto arqueológica como urbanística y arquitectónica que requiere El Raval d'Elx", explican Joaquim Serrano y José Francisco Cámara, portavoces del Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV); al tiempo que matizan que "hay que plantearse de nuevo lo que tradicionalmente se ha entendido por centro histórico, ya que el concepto sobre el que se ha trabajado hasta ahora no se ajusta ni a la concepción ni a la información que hoy tenemos sobre la evolución histórica de la ciudad de Elche". Los representantes del IECBV detallan que, "de la misma manera que la noción de centro histórico se ha ampliado, yendo más allá de los edificios concretos, incluyendo los trazados de las calles, plazas y otros elementos, la consideración de la historia de la ciudad va más allá de su parte monumental. Así, lo que ahora es el núcleo más antiguo del emplazamiento actual de la población, no sólo tendría que incluir la parte amurallada o vila murada, sino también a los barrios históricos consolidados. Por ello, pensamos que algunas áreas de asentamiento urbano histórico de la ciudad quedan aún sin la necesaria protección como es el caso de El Raval".

En este sentido, el informe realizado por el IECBV ha sido remitido al Ayuntamiento y a la Dirección General de Patrimonio, "sin que se haya recibido ninguna contestación. Lo que se ha pedido, ante la degradación constante que sufre El Raval es una protección efectiva que implicaría tanto el subsuelo del área delimitada como todo aquello que la Ley del Patrimonio Valenciano describe como arqueología de la arquitectura", comentan Joaquim Serrano y José Francisco Cámara. La contextualización y los documentos analizados les permite a los representantes del Institut d'Estudis Comarcals dialogar con la historia para destacar la geometría del trazado de El Raval bajo la influencia romana, hablar de las estrecheces de las calles (hoy en día de agradecido recorrido y paseos sorprendentes) y reconocer las dudas sobre espacios sin rellenar en la historia, como ocurre con la ubicación del antiguo cementerio, el mercado o los baños árabes ancestrales. Se atreven a recriminar con firmeza científica "la alteración y destrucción de la pervivencia del modelo agrícola dentro de la ciudad" y no acaban de asimilar "las construcciones de seis y siete plantas que se han realizado en el Filet de Fora y que rompen completamente con la arquitectura tradicional, popular, agrícola, que están muy vinculadas a los huertos de palmeras que tiene todavía hoy a escasos metros de allí".

En la revisión del Plan General vigente "debería de incluirse para El Raval la misma protección que tiene el centro histórico; eso se traduciría no en una reconstrucción del barrio, pero sí que serviría para que cualquier actuación urbanística o arquitectónica llevara asociada unas catas o estudio que no impidan la nueva construcción... y que sí informe de aquello que hay en el subsuelo para continuar investigando y poder determinar todas las cosas que no sabemos aún dónde están", concluyen.