En Elche, como en otras ciudades españolas, no es difícil ver a distintas horas del día a algún ciudadano buscando en contenedores, o allí donde se deposite cualquier objeto de valor. Su fin es sacar provecho a determinados artículos que no sirven a otras personas. En la mayoría de casos lo que se busca son electrodomésticos o equipos electrónicos, con el fin de extraer de ellos el cobre, el plomo u otros metales y obtener dinero con su venta en chatarrerías.

Varias personas acuden día a día y durante horas, como si de una jornada laboral se tratase, a los distintos puntos limpios de la ciudad, como por ejemplo el del barrio del Cementerio Viejo. Esperan en la puerta del ecoparque a que llegue algún vehículo con la esperanza de que el usuario les ceda el producto que transportan en vez de depositarlo en el recinto de reciclaje. El artículo inservible para el usuario de la planta medioambiental, se convierte en una fuente de ingresos para aquellos que esperan pacientes cualquier cosa que se pueda vender posteriormente.

Una de estas personas comentaba que "antiguamente cuando no había trabajo recogías cartones o plásticos y podías lograr un dinero con el que vivir, ahora ni eso, todo lo reciclan grandes empresas, han acabado con el último negocio de los pobres". En esta misma línea, explicaba que "solo busco poder ganar unos euros porque no hay trabajo. Hay veces que la gente tira pantallas de ordenador, frigoríficos, hierros o madera. Si la gente nos lo da nos hace un favor. Yo nunca he robado ni he exigido nada, pero si veo a alguien con algo que me interesa, le pido que me lo de a mí antes de que lo tire a los contenedores".

Para entrar al ecoparque hay que dejar constancia de qué se va a depositar e identificarse debidamente si se va a entrar con un vehículo. Solo así, afirmaron fuentes municipales, "es posible que el punto limpio no se convierta en un mercadillo, ni que se queden restos de carcasas de todo tipo de aparatos o de otras cosas".

En cambio, vecinos del lugar aseguraron que los desperdicios de aparatos electrónicos se acumulan de igual manera en la zona, "basta con sacar el perro a pasear para darte cuenta que detrás del punto limpio hay restos de aparatos y junto al Centro de Día hay un vertedero ilegal. Muchos productos contaminantes. Dependiendo del día puedes ver de todo, hasta colchones, ya que los rajan para sacar los muelles".

Además, los mismos residentes de la zona afirmaron haber visto a gente saltando la valla del ecoparque cuando está cerrado. "Sabemos que aprovechan cuando no hay ningún trabajador para entrar dentro, cogen los componentes que pueden vender y el resto lo esparcen en cualquier lado", dijo un vecino que añadió que "supongo que si la policía no los coge in fraganti no puede hacer nada, porque no creo que sea delito merodear siempre por el mismo sitio".

Por su parte, usuarios del punto limpio indicaban que "aquí casi siempre están los mismos, te piden que les des chatarra y si lo haces, llega una mujer al momento con un carro y carga. No son agresivos, pero resulta incomoda su presencia si vienes a menudo".

Contenedores destrozados

Por otro lado, en varios puntos de la ciudad se pueden contemplar algunos contenedores parcialmente rotos, quemados o destrozados. Según fuentes policiales, "a la mayoría de los recipientes que hay en mal estado les faltan las compuertas, todos ellos de metal. Tenemos constancia de que trocean la chapa para venderla posteriormente como chatarra. Hay también actos vandálicos en los que se queman, pero aquí no hay ningún afán de lucro, es puro gamberrismo. Sabemos que en zonas alejadas de la ciudad se han quemado algunos de los recipientes, para así mermar el mal olor que desprendían". Sobre este mismo punto, vecinos del barrio del Cementerio Viejo señalaron que "por suerte, los que hay sin tapa están lejos de las casas, porque los animales esparcen todos los desperdicios, además de ser un foco de infecciones".