Marga Martínez tiene la suerte de dedicarse profesionalmente a una de sus grandes pasiones, la naturaleza. Así, como monitora de Jardinería y Medio Ambiente su trabajo diario se desarrolla en pleno contacto con ella. Esta pasión se extiende a su tiempo libre y la ha llevado a convertirse en una gran entendida en el cuidado y recuperación de aves. Hasta ahora, amigos, familiares -y conocidos de estos- eran quienes recurrían a ella cuando encontraban algún pájaro herido. Ahora colabora con la Protectora de Animales y Plantas del Baix Vinalopó, con lo que su labor llega a más personas.

¿De dónde viene su amor y afición por los pájaros?

Me han gustado desde siempre, desde que era pequeña. Vivía en el campo y siempre he tenido y me he ocupado de ellos y poco a poco me he ido introduciendo más en el tema.

¿Cómo surgió la colaboración con la Protectora de Animales del Baix Vinalopó?

Me he hecho cargo de muchos pájaros que me llegaban a través de vecinos y amigos, que suelen recomendarme, por lo que siempre me ha llamado gente que se ha encontrado algún ave en apuros. También colaboro con la protectora en este sentido, pero hasta ahora ha sido de una forma más informal; contactaban conmigo cuando alguna persona les consultaba a ellos cuando se encontraban algún pájaro. Ahora se ha comenzado a divulgar más esta labor.

¿Cuál suele ser la situación más habitual en la que llegan a usted los pájaros?

Es muy común que la gente vaya a hacer obras en su casa, encuentre un nido y no sepa qué hacer con él. También suele ser habitual que alguien recoja alguna cría que se ha caído del nido, o eso suele pensar la gente, cuando lo más común suele ser que forme parte de su aprendizaje de comenzar a volar. También puede ocurrir que se trate de un verderón que no puede remontar el vuelo. Incluso hay agricultores que llaman para que retire los huevos antes de fumigar.

¿Qué tipo de animales suele ser más típico encontrar en esta zona?

Suelen ser gorriones, mirlos, vencejos, verderones y golondrinas, principalmente. La mayoría de ellos casi son considerados plagas por los agricultores. Otras veces llaman porque han encontrado aves protegidas, rapaces o exóticas, e incluso murciélagos, pero en estos casos, deben ir al centro de recuperación de fauna silvestre de Santa Faz.

¿Se recuperan muchas aves?

Sí. Se recupera el 90% de los pájaros que llegan heridos. La mayoría se suelen soltar después en los huertos. Por ejemplo, el pasado año se pusieron en libertad unos cien mirlos y unos veinte gorriones. Esta última especie es más delicada y es menos común que se salve, ya que son más sensibles a los cambios de temperatura y de condiciones.

¿Cuál suele ser su actuación cuando recoge un pájaro?

En algunos casos es simplemente dar unas recomendaciones, ya que la gente puede querer quedarse con el pájaro y te preguntan cómo alimentarle. Esto depende del tipo de ave, ya que unas comen insectos y otras granos. Para ello, hay que saber de qué especie se trata.

¿Qué recomendación básica debería seguir quien se encuentre una cría de pájaro?

Si es pequeño y no tiene plumas lo fundamental es darle calor. Además, hay que alimentarlo bien. Suele ser común que digan que se les debe dar pan mojado en agua, o incluso en leche pero no es cierto, los pájaros no beben leche. Si no se sabe qué especie es, hasta averiguarlo, lo mejor es darle pienso de gato mojado en agua.

También llegan pájaros con alguna herida...

Si, llegan algunos con alas rotas y se trata de hacer lo posible por su recuperación. Para ello, si hay algún veterinario interesado en colaborar, sería bienvenido.