Los abogados del turno de oficio se encuentran en una grave encrucijada. Por un lado, se enfrentan a la pretensión de la Conselleria de Justicia de reducirles las retribuciones por la prestación del servicio de justicia gratuita y, por otro, al deber de facilitar el derecho de defensa a aquellos que no tienen recursos económicos.

¿A qué retos se enfrentan ahora mismo los abogados del turno de oficio?

Estamos en una encrucijada muy complicada. El conseller de Justicia ha dictado una orden que reduce el baremo de compensación por los servicios jurídicos que prestamos por la asistencia gratuita. Estamos indignados porque es una bajada brutal, excesiva, aleatoria y perjudicial. Es cierto que se han subido las tasas por unos servicios, como los juicios con jurado que es una cosa absolutamente extraordinaria, pero se reducen las de los divorcios, los juicios ordinarios, los temas de violencia, la asistencia al detenido, las guardias simples -que pasan de 150 a 100 euros- o las guardias dobles con más de siete detenidos que se reducen de 300 a 150 euros.

Si la orden sale para adelante, ¿en qué se va a traducir?

En que el turno de oficio no sólo no va a ser rentable, sino que además nos va a costar dinero mantener una labor social. El turno de oficio da para malvivir, pero si se reducen los módulos no va a compensar para nada. Por ello, creo que muchos compañeros van a darse de baja y sólo quedarán los que no tengan otra salida.

Si nunca ha sido rentable y es voluntario, ¿porqué prestan el turno de oficio?

Porque cuando empiezas a estudiar Derecho y vas a la facultad te enseñan que aunque no se tenga dinero, todo el mundo tiene el mismo derecho a ser defendido. Ya en el Derecho Romano había justicia para pobres. De hecho, en los expedientes yo no marco nunca si el cliente es o no de turno de oficio porque para mí todos son iguales. En este caso el problema es que el conseller ha sido poco humilde y en vez de "vendernos" que hay que colaborar y que arrimar el hombro se permite el lujo de decir que somos unos mantenidos, aunque nos debe casi un año de trabajo. Nosotros prestamos el servicio de justicia gratuita porque queremos, porque nos permite ayudar a mucha gente sin recursos, y nos esforzamos porque creemos que tienen derecho a la defensa en igualdad de condiciones que el resto. Por ello, en los juicios los defendemos a capa y espada.

¿Cuál es realmente el problema con la administración?

El derecho a la justicia gratuita se ha multiplicado exponencialmente con la crisis económica. Por eso dice ahora el conseller que salimos caros. Nosotros, que cobramos por procedimiento y trabajo hecho a seis, ocho, nueve meses o cuando se tercia, no somos caros, sino que en estos momentos hay muchos expedientes de justicia gratuita por la crisis y eso ha hecho que haya que pagar más a los letrados debido al aumento del número de procedimientos. Yo llevo diecisiete años en el turno de oficio y jamás he cobrado más de 1.500 euros en un trimestre. Nunca nos hemos quejado, pero ésta es una situación insostenible. No somos ricos ni insolidarios como dice el conseller Cabré.

¿Cuántos profesionales participan en Elche en el turno de oficio?

Entre todos los turnos 280 letrados y hay ramas de contencioso-administrativo, laboral, violencia de género, menores, extranjería, civil o penal. Además, cada letrado está especializado en cada materia y se prepara para ella, reciclándose además para estar al día de las modificaciones. El turno de oficio nunca recae en abogados de segunda o en novatos. La mayoría llevamos diez o veinte años de ejercicio y a cierta edad suele dejarse porque aporta mucho, pero también hay gente muy desagradecida que cuando no paga se comporta de modo muy déspota.

¿Ha habido muchas bajas?

Hay más de veinte compañeros que han solicitado la baja y hay mucha gente que está a la expectativa por si el recurso presentado por el Consejo Valenciano no prospera para decidir qué hacer. Si la orden de la Conselleria persiste me da la sensación que se van a producir muchas bajas y eso tendrá un efecto negativo para los ciudadanos.