El público se mostró muy activo durante el Pleno y en varias ocasiones la alcaldesa se vio obligada a instarle a que se abstuviera de hacer manifestaciones, aunque en otras atribuyó esas interrupciones a las palabras de los socialistas, a los que acusó de "encrespar" a los asistentes. Por su parte, el edil socialista Francisco Rubio se encontró con que no tenía silla cuando llegó a la sesión. Al parecer, el sábado hubo bodas y el mobiliario no se colocó como es de costumbre, por lo que tuvo que ocupar la que tiene normalmente su compañera de filas Leonor Antón (con la entrada de un concejal no electo, Pablo Ruz, falta una silla). En cualquier caso, la sesión se alargó más de lo previsto, y algunos, como el popular Antonio Luis Martínez-Pujalte, no pudieron evitar mirar el móvil. Hubo que hacer dos recesos.