La Junta de Personal del Hospital General asegura que los peores presagios parecen haberse confirmado. Los representantes de los trabajadores llevan meses analizando y, por ende, temiendo que la situación de crisis por la que atraviesa la economía y la drástica reducción de la presión asistencial en el centro ilicitano se fueran a traducir en recortes en los servicios y en despidos entre el personal. Por ello, y a tenor de las informaciones que maneja este colectivo -y que ayer nadie quiso comentar entre el equipo directivo del centro- la Junta de Personal ha hecho público un comunicado en el que denuncia el cierre de la primera planta izquierda del centro, un ala en la que hay 26 camas y que se cerró antes del verano, de modo "provisional" por la reducción de usuarios en los meses estivales.

Ante la casi evidencia de que la planta no va a volver a ponerse en funcionamiento, la junta ha explicado que "no se admitirán medidas restrictivas, que atenten contra un servicio público tan importante para el ciudadano como es la sanidad". Además, aseguran que este tipo de recortes "lejos de mejorar la calidad de los servicios y convertir este hospital en un gran hospital referente de la zona sur de la provincia de Alicante, vienen a deteriorar la calidad del servicio prestado" y añaden que "tememos que el cierre de esas 26 camas hospitalarias no es más que el principio de una política de recortes en la prestación sanitaria, cuestión totalmente inaceptable para esta junta".

En el escrito redactado por la Junta de Personal se lamenta que "no encontramos, ni hasta la fecha se nos han dado por parte de la dirección del departamento, explicaciones que justifiquen dicha medida y esta junta siempre estará al frente de la defensa, no sólo de los derechos de los trabajadores del departamento, sino también de una prestación sanitaria pública y de calidad".

Los representantes de los trabajadores tenían previsto celebrar ayer una reunión con los máximos responsables del hospital ilicitano, una cita que había sido concertada la pasada semana y que a última hora se suspendió porque el gerente alegó que tenía que ausentarse del centro por problemas de agenda. "Además nos ha dicho que hoy tiene previsto viajar a Valencia y entre los trabajadores existe un gran revuelo y una gran preocupación por lo que puedan deparar este tipo de medidas", explicó Francisco Carrasco, presidente de la Junta de Personal del Hospital General de Elche.

El comunicado redactado por los representantes de los trabajadores concluye su exposición indicando que si desde la dirección del hospital se persiste "en su empeño de cerrar plantas o servicios del centro, convocará movilizaciones entre los trabajadores del centro".

Durante el pasado verano han estado inoperantes no sólo la primera planta izquierda, sino también la octava, una medida que desde la dirección se tildó de provisional y que se justificó por la reducción de la presión asistencial y por la conveniencia de redistribuir al personal de estas hemiplantas a otros servicios que hubieran visto reducidas sus plantillas por las vacaciones de verano. Lo que entonces no se puso sobre la mesa ni los sindicatos entendieron como un primer paso para su clausura definitiva es que estas alas de hospitalización no fueran a reabrirse. Sin embargo, el revuelo surge ahora con la primera izquierda, sin que hasta el momento se haya hecho público que se va a hacer con la última planta del centro hospitalario.