El ganado en la mayoría de casos y la mesa, en los menos, son los dos destinos preferentes de la cosecha municipal de dátiles en estos momentos. Sin embargo, el edil de Vía Pública, Manuel Rodríguez avanza que "nuestro objetivo es abrir las adjudicaciones para que haya varios particulares que se encarguen de la recolección en todos o en la mayoría de huertos de propiedad municipal, ya que es una forma de que el Ayuntamiento se ahorre costes y de optimizar los recursos y, paralelamente, que los ciudadanos también pueden obtener una rentabilidad a cambio de un canon".

Para este año, el pliego de condiciones establece que los huertos municipales en los que se podrán recoger los frutos son el de Coves, Revenga, Travalón, Cabolo, el de la Cova, el de Dins y el de San Antón. Además, según fuentes municipales, este contrato establece que el particular debe recoger tanto los dátiles aptos para el consumo como los que no lo son a cambio de un canon de 1.500 euros. La intención ahora, según el edil de Vía Pública, es, "aprovechando las ventajas de la Administración electrónica, poder abrir la contrata a más particulares".

Por otro lado, los empleados de Urbaser, la empresa encargada del servicio de limpieza y recogida de basura en Elche, son los que "se llevan" los dátiles que ya han caído al suelo, mientras que las brigadas de palmereros municipales se encargan de la retirada de las ramas de fruto al mismo tiempo que llevan a cabo las labores de poda en la vía pública y en parques y jardines. Por lo general, a partir de mayo, las labores se centran en el Parque Municipal y otros espacios verdes del centro para dejarlos preparados para las fiestas, y, con la llegada de septiembre, los trabajos se intensifican en los centros escolares para continuar por los espacios verdes, calles y, finalmente, los huertos. No obstante, como indica el edil, "si hay algún aviso en una calle o en un parque, eso es prioritario".

Las ramas y los dátiles que retiran los palmereros van destinados al ganado. "Hasta hace unos años, eso acababa en el vertedero, pero ahora hay varios pastores que han pedido esos restos y se les lleva aleatoriamente, en función de la zona en la que estén trabajando los palmereros, ya que es una forma de ahorrar costes al Ayuntamiento y, al mismo tiempo, damos una pequeña ayuda a los ganaderos", indican fuentes municipales.

El próximo paso sería tener una planta de compostaje que permitiera reutilizar esos restos de poda y convertirlos en sustratos y nutrientes para las zonas verdes de la ciudad. De hecho, el edil asegura que ya se ha comenzado a trabajar en un estudio de viabilidad.