La piscina cubierta del pabellón Esperanza Lag abrirá sus puertas en un mes, después de que el actual equipo de gobierno haya apostado por la instalación de un sistema de rayos ultravioletas, con un coste de 29.000 euros, para evitar las intoxicaciones por cloro que se habían producido en los últimos tiempos, especialmente entre niños, según anunció ayer el edil de Deportes, Daniel Rubio.

El concejal señaló que "este sistema permite eliminar los microorganismos y hace que la necesidad de cloro sea mínima, por lo que también conseguimos ahorrar costes". No obstante, reconoció que "la necesidad de contar con un deshumidificador sigue estando ahí, aunque ya no haya riesgo de intoxicaciones", por lo que no descartó su adquisición.

Las instalaciones permanecían cerradas desde el pasado mes de julio, ya que la ausencia de un deshumidificador impedía garantizar la seguridad de los usuarios. De hecho, el edil recordó que el anterior equipo de gobierno había retirado las placas de escayola del techo para tratar de que se evaporara el cloro, pero incidió en que "eso provocó que las intoxicaciones continuaran y, además, que la humedad dañara el techo de la piscina".

Por otro lado, las piscinas cubiertas municipales de Carrús, El Toscar y El Pla abrirán sus puertas el próximo lunes. Daniel Rubio destacó "el esfuerzo de los funcionarios municipales, y el consenso con los clubes deportivos que han solicitado las instalaciones".

El titular de Deportes explicó que la partida para carburantes o material de limpieza para las instalaciones deportivas era de 369.000 euros y a fecha 4 de marzo sólo quedaban 60.000 euros; mientras que en mantenimiento de instalaciones el presupuesto era de 197.000 euros y a 4 de marzo sólo había 15.000 euros, por lo que destacó que "abrir las las piscinas cubiertas ha sido muy complicado y, aunque lamentarse va a servir de poco, creemos que los ciudadanos deben saber cuál es la situación real en la que estamos".