La plataforma de afectados por la hipoteca del movimiento 15-M ha logrado paralizar otro desahucio en Elche que afectaba a una familia del barrio de Carrús.

Un aplazamiento de treinta días es lo que ha podido conseguir la agrupación después de haber recibido un comunicado con la decisión judicial. Ahora, el matrimonio y los dos hijos que habitan en una vivienda de la calle Carmelo Serrano García esperan poder resolver el asunto y vivir en régimen de alquiler.

Alrededor de cuarenta personas, entre integrantes del movimiento 15-M y vecinos de la zona acudieron ayer por la mañana frente a la vivienda para mostrarse en contra del desalojo y para apoyar a los inquilinos, una pareja de jubilados que viven junto a sus hijos y que están en el paro.

Según Gloria Martín, representante de la plataforma de afectados por la hipoteca, la familia debe alrededor de 70.000 euros al banco, entre los gastos de costas, intereses, recibos etc.

"En este caso hay problemas comunes a otros casos como la situación de paro o que el banco se ha quedado la casa por la mitad del precio, pero que a esta situación hay que añadir una estafa por parte de una inmobiliaria", señaló Martín. Y es que la familia compró la vivienda del barrio de Carrús de segunda mano hace nueve años y según Juan Carreras, vecino afectado, la adquirieron por 30.000 euros.

Sin embargo, Manuela López, mujer víctima del desahucio, afirma que "una agencia inmobiliaria de Elche se quedó con 25.000 euros, después de haber escriturado la casa bajo el nombre de mi hijo, con tal mala suerte de que él se quedó en paro al año y no hemos podido hacer frente a los gastos".

Con ello, ahora estos vecinos de Carrús sólo sobreviven gracias a la pensión que la madre de familia recibe con un importe de 600 euros. A estas dificultades se suman los problemas de movilidad y de visión que presenta la señora de 63 años.

"Queremos que una vez que se arreglen las cosas con el juzgado, nos dejen seguir viviendo en esta casa, que nos dejen vivir en régimen de alquiler y que sea asequible", comenta Manuela López.

Así, ayer entre pancartas, silbidos y gritos en contra de los desahucios, amaneció un barrio y una familia que tendrá 30 días más para resolver su situación y luchar para no quedarse en la calle.