La Junta de Gobierno Local está previsto que dé hoy luz verde a la ampliación no sustancial del vertedero de residuos no peligrosos situado en Ferriol y perteneciente a la empresa Urbaser, concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basura en Elche, pese a la oposición de vecinos y ecologistas, quienes han venido mostrando su rechazo a la planta desde sus inicios por los malos olores, las plagas de ratas e insectos o los ruidos, así como por los daños al entorno. Así lo confirmaron a últimas horas de ayer desde el equipo de gobierno.

El concejal de Ordenación Urbana e Infraestructuras, Vicente Granero, explicó que la actuación se desarrollará sobre una superficie de unos 20.000 metros cuadrados en la misma clave de suelo, catalogado como no urbanizable común, lo que ha hecho que el expediente se tramite como una licencia de obra mayor, al contrario de lo que sucede con el plan especial para la ampliación de esas mismas instalaciones, en el que se trabaja en estos momentos, y que afecta a suelo de titularidad municipal catalogado como monte público protegido.

Para la ampliación no sustancial de las instalaciones, se hizo un estudio de integración paisajística y una encuesta de participación pública que se cerró el pasado sábado. En este caso, como señaló el edil, únicamente se presentó una alegación dentro de plazo, lo que ha permitido que el proceso se pudiera agilizar. "Para la ampliación no sustancial, la empresa solicitó una autorización a la Conselleria de Medio Ambiente y se la concedieron y, posteriormente, el expediente llegó al Ayuntamiento en el mes de julio", indicó Granero. No obstante, incidió en que "se va a exigir que se pongan todos los medios para proteger el medio ambiente y para causar las menores molestias a los vecinos".

En cualquier caso, residentes y ecologistas volvieron a manifestar ayer su oposición frontal no sólo a la ampliación sino también a la gestión de las instalaciones, y, sobre todo, al "oscurantismo" que, según denunciaron, ha rodeado todo el proceso, "casi sin publicidad ni tiempo para que pudiéramos presentar alegaciones", argumentaron.

El portavoz de las asociaciones de vecinos afectadas por el vertedero de Ferriol -que incluye a los colectivos de Ferriol-Vallongas, Bonavista y partida de Altabix-, Virgilio López, se quejaba de que la tramitación no ha tenido publicidad y que, además, "se ha hecho en el mes de agosto, con nocturnidad y alevosía, para evitar la oposición de los afectados".

López insistía en que la ampliación se sitúa a menos de 2.000 metros de Bonavista, comentaba que afectaba a una mina de agua de la que se está tramitando la declaración como Bien de Interés Cultural, y destacó que "la empresa está incumpliendo desde el principio la autorización ambiental integrada que se le dio para la primera fase porque allí están entrando escombros, ruedas, uralita, colchones y materia orgánica incluso de otras ciudades de España".

Por su parte, la presidenta de la Asociación de vecinos de Ferriol, Adela Huedo, no ocultaba su malestar e indignación por el proceso que se ha seguido y por la ampliación en sí: "Los camiones nos están causando muchos problemas cuando salimos de casa, ha habido varias colisiones, e incluso hemos puesto denuncias, y los puntos de vista de observación son engañosos y están manipulados. Además, si ahora que estamos más lejos tenemos muchas molestias, ¿qué sucederá ahora que el vertedero estará más cerca? Ni siquiera podremos abrir las ventanas".

Finalmente, desde Ecologistes en Acció del País Valencià, Ignacio Redondo explicaba que "las instalaciones eran para residuos no peligrosos, pero, al final, son para todo tipo de residuos, y, además, la ampliación que se quiere aprobar va a estar a poco menos de cuatro metros de la Vía Augusta".

También apuntó que "el proceso que se ha seguido ha sido un tanto extraño" y explicó que "los plazos no han quedado claros, por lo que nosotros hemos presentado las alegaciones hoy -por ayer-, ya que primero se dijo que terminaba a mitad de agosto, luego a finales y después en septiembre".

A juicio de los ecologistas, como señaló, "la ampliación no se debería permitir por el funcionamiento de la empresa, ya que se le debería exigir que haga compostaje en la planta de basuras de la sierra de Els Cremats, que no lo hace, que se recicle más de lo que se recicla, y que los residuos pasen por la planta antes de ir al vertedero". En cuanto a las instalaciones de Ferriol, aseguró que "se vierten residuos que se podrían reciclar y vertidos que llegan desde otras muchas ciudades".