La Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia, ha retomado las excavaciones en el yacimiento con cierta incertidumbre por la falta de personal tras los problemas económicos de la anterior contrata. El objetivo de las excavaciones que se retoman tras el verano es encontrar restos de urbanismo ibérico. En lo que llevamos de año, los arqueólogos y técnicos que trabajan en el terreno han hallado una amplia variedad de piezas de gran valor arqueológico, aunque recientemente han dejado de contar con el apoyo de la empresa encargada de las excavaciones, al haber despedido a gran parte de su plantilla.

La empresa Ilidexsa, encargada de realizar las excavaciones en la zona, entró hace pocos meses en un expediente concursal, con lo que gran parte de sus trabajadores fueron despedidos. Por este motivo, la Fundación La Alcudia se encuentra esperando una respuesta de la Conselleria, para conocer quién se encargará de realizar los trabajos de excavación a partir de ahora. Mientras tanto, los técnicos de la fundación, junto a los restauradores y arqueólogos, han retomado su trabajo.

Actualmente están centrados en localizar restos de urbanismo ibérico obteniendo unos resultados bastante satisfactorios. Desde comienzos de este año han encontrado un edificio de termas construido hace más de 100 años, esculturas de mármol romano y colgantes de la época íbera e, incluso, huesos de un hombre islámico en los niveles superiores.

El subdirector de la Fundación La Alcudia, Alejandro Ramos, apunta que pese a estos hallazgos realizados, "aún quedan zonas por excavar y queremos retomarlas en los próximos días", algo que llevan realizando todos los años, desde hace quince, en esta zona, en busca de tesoros históricos.

Durante las campañas arqueológicas de verano, la Fundación La Alcudia cuenta con la participación de un grupo de alumnos de varias universidades. Como complemento a estas prácticas, se imparten sesiones de catalogación e inventario de materiales arqueológicos, así como seminarios sobre diferentes aspectos históricos del yacimiento, o sobre los métodos de recogida e interpretación de datos, que aporta la propia excavación. Todo ello con la finalidad de completar la formación académica de los alumnos y que les sirva para su futuro.

Los restauradores se encargan de preservar cada una de las piezas

Desde el momento en que se hallan las piezas hasta su exposición en el Museo de La Alcudia, cada una de ellas pasa por varias fases. Según explica el subdirector de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica, Alejandro Ramos, "en primer lugar, se consolida la pieza para que no se deteriore, tras lo cual los restauradores le practican una limpieza exhaustiva. A continuación, los arqueólogos la investigan para su posterior clasificación y, si lo consideran oportuno, plasmar los detalles en alguna publicación científica. Por último, si la pieza extraída es de interés, se traslada al museo de La Alcudia para que pueda ser contemplada por sus visitantes". Un total de 10 personas, entre las que se encuentran tres arqueólogos, cuatro técnicos y tres restauradores trabajan en la Alcudia diariamente para intentar hallar los restos de nuestro pasado, en una superficie de excavación de unos 400 metros cuadrados. Una vez finalizada la época estival, han retomado esta tarea a la espera de conocer la decisión de la Conselleria acerca de la empresa que realizará las excavaciones. Entre tanto, la fundación ofrece periódicamente diferentes cursos docentes y divulgativos, orientados a aproximar la arqueología ilicitana, tanto a los estudiantes universitarios como al público en general.