Hace unos meses se procedió a la limpieza de una buena parte del barrio del Cementerio Viejo tras denunciar sus habitantes sentirse marginados. Una limpieza que sirvió para lavar la cara del entorno, pero que no se extendió a la totalidad del barrio, dejando en la misma situación a los vecinos que viven en la zona norte, y que siguen sufriendo los efectos de la acumulación de basuras en su entorno.

Uno de los vecinos de esta zona, también conocida como la "Puñalá", Jose María Nortes, explica que "pensamos que con motivo de las fiestas de Peña de las Águilas limpiaron la zona de abajo, pero se olvidaron de las personas que vivimos más arriba y nos dejaron rodeados de basura".

Entre casa y casa, en esta zona, no hay que andar mucho para tropezarse con montones de basura, muebles viejos y hechos pedazos, electrodomésticos, restos de vehículos e, incluso, sanitarios viejos que ya forman parte del paisaje con el conviven estos vecinos de Elche.

"El día de la Nit de l'Albà estábamos todos los vecinos sufriendo por si caía algún petardo en los montones de basura o los matorrales y se declaraba un incendio", explicó José María Nortes, mientras paseando por la zona señalaba los montones y montones de residuos a escasos metros de su propia vivienda.

La situación de desamparo en la que, según indican, viven en esta zona es tal, que los vecinos han tenido que contratar a empresas para fumigar sus fincas con tal de ahuyentar a roedores e insectos, que campan a sus anchas por el barrio. "Ha llegado hasta tal punto nuestra desesperación que hace unos meses recogimos unas 400 firmas de vecinos denunciando el estado de la zona y las presentamos al Ayuntamiento", apunta Nortes, quien asegura que "estamos esperando una cita con la alcaldesa, Mercedes Alonso, para trasladarle nuestra situación y pedirle una solución".