Reciclar tapones de plástico para hacer que una niña pueda tener una vida digna es un gesto que repiten miles de familias en toda España y también en la provincia de Alicante en localidades como Elche, Santa Pola o Altea. Con apenas 10 años de edad, a la pequeña le han tenido que reconstruir el tronco pulmonar derecho, lleva nueve cateterismos, ha sido sometida a una operación de paladar y en los próximos meses tendrá que ser intervenida del segundo pulmón debido a la falta de riesgo sanguíneo.

Aitana García es el nombre de una pequeña nacida en Tarazona que ha llegado al corazón de la gente. Una niña a la que operaron en Boston en 2010 y que ahora necesita 200.000 para la segunda intervención, a falta de otra actuación programada para el 2012, que consiste en un trasplante de corazón.

Asociaciones, empresas, y ciudadanos de a pie se han hecho eco de esta campaña solidaria en la que la Fundación Seur participa como plataforma para trasladar los tapones de manera gratuita a una planta de reciclaje de Navarra.

Localidades como Elche, Santa Pola y Altea también se han sumado a esta iniciativa promovida a través de la ONGD Anawin. "Hasta ahora se han conseguido 270 toneladas de tapones de plástico y faltan 730 para poder financiar la intervención, pero entre todos estamos seguros de que llegaremos", explica Isabel Sempere, coordinadora de la campaña "Una sonrisa para Aitana", impulsada por la asociación. Y es que, por cada mil kilos de tapones recogidos, la familia de Aitana recibe 200 euros.

En Elche, más de 50 comercios han querido contribuir a devolverle una sonrisa a la pequeña de diez años, ya que sus padres no tienen la capacidad económica de asumir los gastos médicos. Mercados, cafeterías, centros de salud, hospitales, administraciones de lotería... se han convertido en los mediadores que recogen los tapones de sus clientes para después enviarlos a Seur. En Santa Pola, la Asociación de Comerciantes, la Cruz Roja, el Racó Jove y otros establecimientos no han querido quedarse atrás en dar ejemplo. "La gente se ha volcado de manera inigualable, en apenas tres semanas hemos recogido 20 toneladas de tapones, y esto es otra forma de ayudar también al desarrollo sostenible", apunta Ramón Mayo, presidente de la Fundación Seur.

Con ello, aunque resulta difícil contabilizar los kilos de plástico que se han mandado ya desde Anawin y Seur coinciden en que Elche es una de las ciudades con más participación y compromiso a nivel nacional.

Sin duda, una muestra altruista que ha hecho que en cada gesto cotidiano, como guardar un tapón, se piense en salvar una vida.