Las reducciones en la asignación de fondos para investigación, desarrollo e innovación, no sólo por parte de las administraciones públicas, sino también desde la vertiente del sector privado, ha hecho que, en consecuencia, la Universidad Miguel Hernández se resienta durante 2010 a la hora de captar recursos económicos para sus diversos proyectos científicos.

De este modo, la crisis económica y su repercusión a la hora de las inversiones en el campo de la investigación ha terminado por consolidarse de manera involutiva en el aspecto científico de las universidades, incluida la Universidad de Elche.

Si en 2008 la UMH captaba recursos superiores a los 15,7 millones de euros para sus iniciativas investigadoras, la coyuntura económica daba pie a que en 2009 se iniciara un cambio de tendencia.

En ese ejercicio, los recursos económicos que se consiguieron atraer, tanto de empresas como de entes públicos locales, autonómicos, nacionales y europeos, descendieron hasta los 11, 8 millones.

Finalmente, este decrecimiento ha terminado por afianzarse en 2010, puesto que la UMH ha logrado recursos de investigación por valor de 8,4 millones, una cifra que sigue sin estar está nada mal, pero que contrasta con los casi 16 millones logrados en 2008.

La directora de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación, Emma Benlloch, atribuyó ayer esta reducción global a dos motivos principales. Por un lado, a las propias convocatorias públicas competitivas, a las cuales se presentan varios equipos de investigación para conseguir fondos. Éstas no sólo no se han reducido en número, sino también en cantidad, según matizó ayer el vicerrector de Investigación, Salvador Viniegra, que presentó la memoria investigadora de la UMH de 2010.

Benlloch precisó además que dos convocatorias tan potentes como los programas Consolider y Cénit no se pusieron en marcha en 2010, lo cual supone una importante merma de fondos; pero a esto había que sumar el hecho de que hay investigadores de la UMH comprometidos desde 2008 con programas con una duración de tres años y que hasta 2011 no pueden volver a solicitar fondos.

La otra razón de este descenso está en el sector privado. "La I+D contratada tampoco es favorable. Es un reflejo de la situación económica actual", dijo Benlloch, quien explicó que las pequeñas y medianas empresas han echado el freno en cuanto a invertir en investigación.

Pese a estos resultados, y en un contexto nacional donde la inversión en ciencia procede en un 55% de las instituciones públicas, mientras que en el extranjero ocurre todo lo contrario, Salvador Viniegra defendió ayer que la Universidad Miguel Hernández se encuentra entre las cinco primeras si atendemos al "escaso" número de investigadores y ponemos esto en relación con el importante volumen de dinero que se capta para actividades científicas.

De hecho, por citar un ejemplo, el equipo del investigador Salvador Martínez logró durante el pasado ejercicio 696.000 euros para un proyecto europeo, pero también un contrato con una empresa privada superior a 400.000 euros, por citar algunas de sus propuestas de trabajo.

Pero además de los recursos económicos captados, la actividad de la Universidad también se mide por otros muchos elementos, como el número de patentes solicitadas, que de 6 en 2009 se ha pasado a 11 en 2010; el número de publicaciones, que ha aumentado un 4,4% hasta llegar a las 1.070; la presentación de comunicaciones a congresos, que rondaron las 1.100; o el número de becas. Aquí de 194 se ha pasado a 188, pero desde la institución académica se aseguraba ayer que ha aumentado sus propias becas, mientras que las que han descendido son las procedentes de convocatorias públicas.

La UMH también presentó, por primera vez, la memoria de investigación de grupos de investigación. De 2007 a 2010 se ha incrementado de 45 hasta 57 grupos.

Asimismo, también se dio a conocer la creación del código de buenas prácticas científicas, unos principios morales que deben imperar en los laboratorios y despachos además de los legales.