El máximo representante de las farmacias de la provincia asegura que la crisis está poniendo en peligro alrededor de docientas oficinas en Alicante y que lo único que se puede hacer en este momento es "aguantar" hasta que la situación económica repunte.

¿El sector farmacéutico también se ve afectado por la crisis?

El momento que estamos atravesando es malo, muy malo para todos. Se ha reducido el margen bruto casi un 7,5% que es mucho dinero y contribuimos como todos, pero vamos muy justitos. En Alicante hay unas 800 farmacias y 200 lo están pasando muy mal y están en peligro. Hay oficinas que han abierto en sitios muy pequeños, en determinadas zonas esperando un boom turístico que ahora no hay. El resto de los farmacéuticos ganan menos y subsisten como pueden. Lógicamente eso se traducirá en menos empleos, menos contrataciones. Aguantamos el tirón como podemos, como el resto de la sociedad.

¿Qué necesidades tiene el sector?

Que el ciudadano respire para que lo hagamos todos; que en el país poco a poco haya más empleo, que las autonomías recuperen el potencial económico. Está difícil. El gasto farmacéutico está disminuyendo muchísimo, alrededor del 6% y este mes de abril entre un 10 y un 15% debido a las medidas del gobierno, a las de autonomías que inciden en la prescripción de más genéricos para un mayor control. Nosotros no tenemos nada que decir a eso, simplemente prescribir lo que diga el médico en las mejores condiciones posibles y a esperar que todo pase.

¿El genérico está siendo el recurso para tapar la crisis?

Es un medicamento igual que el de marca, pero permite bajar el gasto y, por lo tanto, hay que aceptar los genéricos si lo garantiza la autoridad sanitaria, aunque tampoco representa una parte importante del gasto sanitario. La parte importante la representa el medicamento innovador que es caro porque necesita mucha inversión.

¿Qué demandan con urgencia las farmacias?

Lo primero es cobrar y en ello estamos. Hablando de sostenibilidad del sistema se habla del copago y creo que en España ya hay bastante copago con ese 40% de los activos. Es una medida que no la veo. Todos contribuimos al estado de salud, aunque es cierto que hay que procurar racionalizar para sostener el gasto. La Generalitat está pagando con dificultades y hay que negociar porque no podemos aguantar más de un mes. Somos empresas pequeñas y tenemos un punto de inflexión. El paciente no tiene la culpa de nada y somos su último confidente, lo que tenemos que hacer es pelearnos con las administraciones para cobrar y esa es mi labor y la del Colegio.

¿No cree que se ha abusado del uso del medicamento?

Cuando la educación sanitaria era poca, la gente acumulaba medicamentos pero eso va a menos. Ahí esta la racionalización del gasto que es lo que está haciendo la administración. Lo de acumular se va perdiendo.

¿Y el uso de las unidosis?

Antes se hablaba de ahorro y ahora de racionalizar la dispensación para que sea más correcta. Pero las unidosis afectan a medicamentos muy baratos, no al medicamento innovador que hay que pagarlo.