Alrededor de 30.000 personas pasan cada año por las cuatro piscinas cubiertas que, en estos momentos, están a disposición de los usuarios ilicitanos en el pabellón Esperanza Lag, en El Toscar, en Carrús y en el Pla. Esta cifra podría aumentar próximamente cuando el Ayuntamiento lleve a cabo el proyecto de cerramiento de las instalaciones descubiertas que en la actualidad hay en Torrellano con la intención de que los residentes puedan disfrutar de las mismas durante todo el año, y de que los meses de verano permanezcan al aire libre y se cierren durante el invierno.

Los usuarios de las piscinas climatizadas municipales tienen oportunidad de disfrutar de distintas posibilidades en función de sus preferencias, y que van desde el baño libre (para el que se puede pagar por cada servicio o contratar un bono de diez o treinta baños) o participar en los cursos de natación que se imparten diariamente y que incluyen tanto la formación de iniciación como las clases para el perfeccionamiento o mantenimiento. "En los cursos de iniciación participan, fundamentalmente, los niños, mientras que la segunda opción es la preferida por los adultos, aunque cada cual elige lo que más le interesa", explicó Federico Buyolo, concejal de Deportes.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento ilicitano, en 2010 pasaron por las cuatro piscinas municipales climatizadas 26.183 usuarios que acudieron a las instalaciones de forma individual o a través de asociaciones como AEMEC, Asfeme, la Fundación Salud Infantil, la Universidad Miguel Hernández o la Asociación de Fibromialgia. "Concretamente estas asociaciones aportan unos 2.000 usuarios y a ellos hay que añadir 6.500 que acuden a las instalaciones de forma gratuita por indicación médica al sufrir, sobre todo, problemas de espalda", indicó Buyolo, quien también remarcó que colectivos como el Club Natación Elche o el Club de Tenis Elche acuden todas las tardes al pabellón Esperanza Lag para la preparación de sus socios, unas asociaciones que aportan alrededor de 3.000 usuarios en total".

También en la piscina del pabellón Esperanza Lag se realizan actividades de práctica de waterpolo y se desarrolla la práctica del submarinismo. "Tampoco hay que olvidar que hay colectivos que realizan natación adaptada para discapacitados tanto para competición como por ocio", señaló el edil, quien se mostró muy satisfecho por el interés que la práctica de la natación suscita entre los ilicitanos. La piscina de la Ciudad Deportiva y la del Pla abren de 7 a 23 horas, la de Carrús funciona de 8 a 23 y la de El Toscar de 9 a 23.

Cualquier ciudadano, independientemente de su edad, puede acudir a las piscinas municipales climatizadas para practicar este deporte acuático y no existe ninguna indicación o limitación que restrinja o condicione el uso de estas instalaciones. "Sólo cuando se detecta alguna anomalía se observa al bañista para ver si tiene condiciones", apuntaron.

Todas y cada una de las piscinas municipales climatizadas disponen de lo que el responsable municipal del área de Deportes denomina socorristas-monitores. Concretamente, las piscinas municipales cuentan con una veintena de estos socorristas "y lo normal es que haya entre dos y cuatro por instalación en todos y cada uno de los turnos", manifestó Buyolo. Además, las instalaciones deportivas de Carrús, de la Ciudad Deportiva, de El Toscar y del Pla cuentan con el correspondiente desfibrilador con el que, por ejemplo, se trató de reanimar a un hombre de 74 años que esta misma semana falleció en la piscina del "Esperanza Lag" a causa de un infarto.

Los responsables municipales subrayan la importante apuesta que se ha realizado por el deporte y por la natación "en una ciudad en la que ofertamos 9.500 plazas en cursos y actividades de distinta índole", concluyó Buyolo.