Al mal tiempo, buena cara. Rodeados de nubes y con alguna que otra gota de agua, así vivieron ayer los ilicitanos el tradicional Lunes de Pascua.

La mañana no amaneció del todo favorable para pasar un día al aire libre, tal y como manda la tradición, en el campo, la playa o el Pantano. Por eso, fueron muchos los que quisieron celebrar este día a cubierto. Sin embargo, los más valientes decidieron no dejarse vencer por el mal tiempo y salieron de casa para compartir la jornada en contacto con la naturaleza.

De esta forma, el Pantano se convirtió ayer en uno de los destinos escogidos para la jornada. A pesar de que lejos quedan aquellos días en los que el merendero se colapsaba de familias, todavía este paraje de Elche acoge a la gente que quiere celebrar el final de la Semana Santa rodeado de los suyos y en el campo. "Aunque el tiempo no acompañe, hemos salido porque el Día de Mona hay que celebrarlo", comentaron Sonia Sánchez y Moha Missaui.

Bocadillos, aperitivos, refrescos y, cómo no, el dulce por excelencia de la Pascua. Así pasaron los ilicitanos el día. "Aunque esté lloviendo, hoy no se puede dejar de esclafar el huevo en la cabeza de algún colega", señalaron entre risas un grupo de amigos.

Así, entre familia o entre amigos, el Pantano del merendero volvió a recibir a varios grupos, sobre todo, a partir del mediodía, cuando el cielo dejó salir algún rayo de sol. No obstante, a la hora de comer la lluvia hizo que algunos decidieran recoger sus pertenencias antes de lo previsto para no mojarse.

Playas tranquilas

Las playas han quedado este año en un segundo plano para pasar el Lunes de Pascua. El mal tiempo que reinó durante toda la mañana de ayer hizo que muy pocos escogieran la costa. Según Antonio Muela, coordinador de Sport & Salvament, empresa encargada de la vigilancia en las playas ilicitanas, la jornada estuvo muy floja y la gente que se acercó a la zona unicamente optó por dar un paseo y volver pronto a casa. De esta manera, como consencuencia de la inestabilidad atmosférica, la estación de autobuses mantuvo el número de líneas habitual, sin reforzar la flota, ya que no hubo ninguna aglomeración de gente.

Por otra parte, la Cofradía del Cristo del Perdón, en colaboración con Caja Mediterráneo, realizó ayer el tradicional reparto de monas a los reclusos de las prisiones de Villena y Foncalent. En total, se llegaron a repartir más de dos mil seiscientas monas de Pascua.