Regenerar un antiguo vertedero y crear un pulmón verde cerca del casco urbano que, al mismo tiempo, sirviera también para mejorar la imagen en el acceso a Elche desde la autovía por la zona de Carrús fueron los objetivos que inicialmente se marcó el Ayuntamiento con La Rápita. Ahora, tres años después, el parque periurbano ya está acabado, pero continúa cerrado y sólo se abrió de forma puntual el pasado año, coincidiendo con el día de la Mona.

La intención, según anunció el concejal de Parques y Jardines, José Manuel Sánchez, es que este espacio verde pueda abrir sus puertas de manera continuada esta próxima primavera, una vez que se dote de más mobiliario, y, especialmente, de mesas y sillas de picnic (en la actualidad hay en torno a la docena), así como de fuentes de agua.

A partir de ahí, la idea, como comentó el edil, "es dotar al parque de un horario de apertura y cierre para potenciar sus conservación e ir abriendo poco a poco el espacio, en un primer momento los fines de semana y algún festivo, y, posteriormente, en función de la respuesta que reciba, poder darle más continuidad". De hecho, el parque, que también tiene una zona de aparcamiento, está cerrado y cercado por una pequeña valla.

El proyecto arrancó a finales del año 2007, cuando el Ayuntamiento de Elche procedió a la adjudicación de la obra. En la actualidad, la zona de recreo, de 152.000 metros cuadrados, cuenta con unos 4.000 árboles de los que 3.500 se plantaron en 2008 y el resto desde entonces y hasta ahora. José Manuel Sánchez apuntó que "todavía hay muchos ejemplares pequeños, pero, a medida que vayan creciendo, el espacio ganará mucho, tanto estéticamente como desde el punto de vista de comodidad para la gente, ya que habrá más sombra".

El objetivo último, como señaló el edil, "era recuperar una zona degradada como el vertedero de La Rápita a través de su sellado y la recuperación de la cubierta vegetal, que, a su vez, por su proximidad al casco urbano, permitiera dotar a la ciudad de un gran espacio que pudiera ser utilizado por los ilicitanos durante los fines de semana y en festividades como la Mona". Incluso afirmó que "ésta ha sido una iniciativa muy importante que ha dado pie a actuaciones similares en otros vertederos como el del Puntal del Búho, con su sellado y la regeneración vegetal dentro de los proyectos del Plan C". Al respecto, el concejal incidió en que "la sociedad en la que vivimos genera muchos residuos y eso plantea un problema. Por eso, son buenas iniciativas de este tipo que incluyen el sellado y la reforestación de determinados vertederos".

Del total de árboles, medio centenar aproximadamente han sido trasladados de otras zonas de Elche. El edil explicó que "los árboles que molestaban en la vía pública, ya fuera por sus dimensiones o por el tamaño de sus raíces, se solían llevar a determinadas zonas verdes, por lo general de nueva creación. Sin embargo, cuando se creó el parque de La Rápita, se pensó que era una buena oportunidad para completarlo y, al mismo tiempo, para recuperar algunos ejemplares".

El último árbol trasplantado es un ficus que hasta ahora estaba delante de la Sala de Tráfico, en lo que antes era el antiguo Parque de Bomberos, y que estaba levantando la acera, lo que obligó al Ayuntamiento ilicitano a volver a pavimentar la zona. "Consideramos que había que trasladarlo, y La Rápita era un lugar óptimo para que pudiera seguir creciendo", precisó José Manuel Sánchez, quien recordó que "en estos momentos tenemos 7.000 árboles en el casco urbano, lo que se traduce en 50 kilómetros lineales de calles con ejemplares en la vía pública".

El responsable de Parques y Jardines también concretó en este sentido que "hay especies más propensas que otras a causar problemas en la vía pública y, por eso, lo que estamos haciendo en muchos casos es sustituirlos por otras variedades, sobre todo por brachichitos, que, normalmente, no ensucian tanto, al contrario de lo que sucede con los ficus, por ejemplo, que suelen crecer mucho y sus semillas resultan muy molestas a la hora de mantener la calle limpia. Incluso en la Plaça de Baix hubo ficus en su momento, hace ya muchos años, y se tuvieron que retirar por este motivo".

Variedad vegetal

Las especies que abundan en el parque periurbano de La Rápita son las plataneras, los ficus, los brachichitos, los pinos, los olivos bordes, y algún ailanto, que también se ha trasplantado de otras zonas de la ciudad, según detalló el responsable municipal de Parques y Jardines. La plantación se ha completado con especies arbustivas como el romero, el margalló o el baladre, entre otras variedades.

José Manuel Sánchez aseguró que, a la hora de escoger las especies, "se ha tenido en cuenta que se tratara de ejemplares que requirieran muy poco mantenimiento y que, además, se adaptaran muy fácilmente al lugar. Por eso, hemos elegido muchas plantas autóctonas de la zona".