El concejal Antonio Amorós se refirió también ayer al reciente acuerdo entre la Dirección General de Tráfico y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para impulsar una ley que limite la velocidad a 30 kilómetros por hora en determinadas zonas de las ciudades.

Amorós señaló que en 2009 en Elche se produjeron 2.958 atestados por accidentes de tráfico urbanos, mientras que el pasado año la cifra se redujo a 2.680 atestados. En lo que va de año la Policía Local ha realizado 374 atestados. Amorós hizo hincapié en la dificultad que supone ordenar el tráfico en una ciudad como Elche, con un gran parque automovilístico y una orografía marcada por la presencia de varios puentes sobre el río. En el término municipal existen unos 150.000 vehículos (110.000 turismos, 12.000 motocicletas, 25.000 furgonetas y camiones, 157 autobuses, 555 tractores y 2.344 vehículos de varias características), según comentó.

Sin embargo, la iniciativa que ha surgido de la Dirección General de Tráfico fue ya pionera en Elche y en ayuntamientos como Barcelona, según recordaba ayer Antonio Amorós, quien se refirió a la primera experiencia puesta en marcha en el barrio de El Raval. La experiencia de la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en este barrio ha dado "excelentes resultados. Las zonas 30 se aplican en vías que no soportan un gran volumen de tráfico, pero sí un gran tránsito de viandantes. Tienen como objetivo mejorar la calidad de vida del barrio, rebajar el volumen de tráfico y la gravedad de los accidentes, así como reducir la contaminación acústica y de emisiones de monóxido de carbono", explicó.

Vías posibles

Antonio Amorós comentaba que "el Ayuntamiento se anticipó a la creación de las zonas 30 con el estudio de tráfico que se está ultimando", dijo, y cuya implantación se pretende llevar a calles como Francisco Torregrosa, Joaquín Santos, Porta de les Tafulles, Rubén Darío, Mare de Déu de l'Assumpció, Sant Roc, Retor, Sant Joan, Portell de Granyana, Solars, San Vicente, Capitán Lagier, Corredora, plaza de Baix, Porta de Oriola, Porta Xiquica del Salvador e Isaac Peral.

La implantación de los 30 kilómetros en estas calles supondrá la colocación de elementos de señalización horizontal, las restricciones de la anchura de la calzada y la ubicación de elementos decorativos o, incluso, la modificación del propio pavimento.