El colegio ilicitano Miguel Hernández contaba desde hacía tres lustros con un huerto en sus propias instalaciones. Tras años de dejadez, el pasado curso una psicopedagoga tuvo la idea de incentivar a los niños premiándolos con dejarles cuidar esta porción de espacio escolar cultivable, siempre, eso sí, que cumplieran previamente con los objetivos por los profesores de cada clase y mostraran además interés y se implicaran en el aula.

Con estas premisas, la iniciativa comenzó a dar sus primeros pasos, de manera que tras un primer ejercicio académico lleno de frutos, el centro ha optado por continuar con este proyecto en el presente curso e incluso ampliarlo aún más si cabe, tanto en extensión de cultivo como en número de alumnos.

Pepe Murcia y Miguel Ángel Martínez son los profesores encargados de servirles de guía en la zona de huertos. "Aquí les enseñamos a remover la tierra, a abonarla, cómo plantar las cosechas e incluso saber tratar alguna que otra plaga", indica Murcia, mientras que Martínez subraya que este iniciativa supone un estímulo para los niños. "Viven la semana para bajar al huerto", asegura este profesor, quien agrega que desde que se ha puesto en marcha los alumnos prestan más atención en clase y cumplen con los objetivos que se les marca.

De hecho, están tan ilusionados con el huerto, que la gran mayoría se esmera en el aula con el objetivo de no perderse su visita periódica a los cultivos, que incluso cuentan con una zona de invernadero y hasta un espantapájaros.

Cerca de 130 alumnos, desde cuarto hasta sexto de Primaria, participan en este proyecto que busca "contribuir a la formación integral del alumnado, tanto en su formación como persona adquiriendo hábitos que le permitan una correcta sociabilización, como en la adquisición de conocimientos en relación con las actividades agrícolas", señalan desde este centro que además ha querido introducir poco a poco también a los alumnos de 3, 4 y 5 años.

Los niños trabajan en el huerto dos veces por semana, en pequeños grupos, y además llevan a cabo cultivos de temporada. De este modo cuentan con habas, lechugas, coles, ajos, alcachofas, cebollas, rábanos, fresas, etcétera, cultivos éstos que, tras ser recolectados, incluso se los llevan a casa como otro premio más por su esfuerzo e implicación.