El juicio por el atropello ferroviario de Agua Amarga quedó ayer visto para sentencia en el juzgado de lo Penal número 4 de Alicante. Aunque los tres acusados se conformaron el lunes con penas de multa, ayer la vista continuaba para delimitar las responsabilidades civiles, esto es, el pago de indemnizaciones. La Fiscalía solicitó ayer el pago de cantidades que rondaban los 400.000 euros para los perjudicados.

Las indemnizaciones más altas corresponden a las familias de los tres fallecidos, para quienes se piden el pago 120.000 euros para cada uno. El resto de las cantidades corresponden a las personas que sufrieron lesiones físicas en el arrollamiento y que suman un total de nueve afectados. El ministerio público ha excluido a las 32 personas que no resultaron directamente lesionadas pero que sí reclamaban por las secuelas psicológicos que les causó el siniestro.

Los atropellos de Agua Amarga ocurrieron el 28 de septiembre de 2002. Ese día la Unión Excursionista de Elche había organizado una marcha nocturna desde Alicante hasta Guardamar a través de la costa. En la misma participaban un grupo de 154 excursionistas que fueron sorprendidos por un tren del que nadie les había comunicado su paso en plena marcha cuando transitaban por las vías a la altura de Agua Amarga. La duración prevista de la marcha era de 10 horas y partieron sobre las diez de la nochedel apeadero de San Gabriel, a donde habían llegado en un tren procedente de Elche sobre las ocho y veinte de la tarde. Como consecuencia del accidente fallecieron una niña de 12 años, su madre y un senderista de 61 años de edad.

El jefe del apeadero de cercanías de San Gabriel en Alicante y el presidente y el secretario de la Unión Excursionista fueron los imputados por la tragedia y el lunes se conformaron con el pago de una multa de 2.520 euros cada uno por una falta de imprudencia leve con resultado de muerte y lesiones. El maquinista del tren fue exculpado tras el acuerdo alcanzado entre las partes.