El trabajo se inició en octubre del año pasado, cuando la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica le encargó a Enrique Cerdán Tato, Manuel Parra Pozuelo y Carlos Candela encontrar los avales del entonces vicario general de la Diócesis de Orihuela, Luis Almarcha, que hasta ahora no ha aparecido; el de Juan Bellot, incluido en el procedimiento 4.487; y el de José María de Cossío, que "podría haber sido de palabra, por los indicios que tenemos", según Cerdán Tato.

Fue entonces cuando el escritor alicantino recibió de manos de un amigo un bloque de papeles localizado en Internet y entre los que se incluía la declaración indagatoria de 1 de octubre. Así, comenzó a tirar del hilo y, tras seguir las pistas que se encontró en Orihuela, Alicante, Valencia o Elche, halló en el Archivo General Histórico de Defensa el procedimiento sumarísimo 4.487.

Junto a esta documentación, el libro también recoge correspondencia de Dionisio Ridruejo, Rafael Sánchez Mazas o el ministro del Ejército, el general Varela, en la que se alude al poeta. Así, Ridruejo pide a Sánchez Mazas en una carta sin fecha que interceda en el Consejo de Ministros por Miguel Hernández para "evitar" que se repita el caso de García Lorca, y también hay un oficio del general Varela a Sánchez Mazas en el que le comunica que el Generalísimo le ha conmutado la pena de muerte al escritor de Orihuela y en la que detalla que "espero que haga uso de este privilegio y le sirva para corregir sus errores".

Ahora, el próximo reto de Enrique Cerdán Tato es continuar con la investigación para esclarecer las lagunas que todavía quedan pendientes.