El subparque de bomberos de Crevillent tuvo que cerrar ayer sus puertas por segunda vez esta semana porque el parque de Elche sólo contaba con una dotación de seis hombres, entre los que había un telefonista, dos conductores, el sargento y dos bomberos. Por ello, se optó por trasladar a Elche al cabo y a los tres bomberos destinados a la localidad alfombrera con el objetivo de montar un retén mínimamente operativo. Tras el cierre de Crevillent, el parque ilicitano dispuso ayer de nueve efectivos y un telefonista para atender todas las emergencias de Elche, Crevillent y Santa Pola y prestar posibles apoyos a parques de localidades vecinas.

Esta situación se viene produciendo de forma reiterada por la falta de efectivos que sufren la mayor parte de parques de bomberos de la provincia y en especial el de Elche. Por el momento, el compromiso del diputado responsable del Consorcio provincial sigue sin cumplirse y el jueves por la mañana hubo una reunión extraordinaria entre el responsable de la Diputación y los ayuntamientos adscritos al organismo público para analizar la situación.

Algunos de los asistentes a esta reunión han asegurado que la entrevista no llegó más allá de una simple valoración de la situación que además se ve agravada por la decisión de los bomberos de no hacer horas extra como medida de presión.