Un grupo de vecinos de la partida de Altabix ha denunciado las molestias que padecen en sus casas a causa de una explotación ganadera ubicada en la zona. Los vecinos han presentado diversas reclamaciones en el Ayuntamiento con la intención de que los responsables municipales tomen cartas en el asunto y obliguen al dueño de esta explotación a tener todos los permisos y a cumplir todos los requisitos para desarrollar su actividad. "Este vecino tiene una explotación ganadera para la que carece de licencia de apertura y mucho menos cumple las condiciones higiénico-sanitarias establecidas para este tipo de actividad y que afecta a los vecinos de alrededor", según consta en la denuncia presentada ante el registro del Ayuntamiento, y en la que se hace mención a los olores y a las numerosas moscas procedentes de la "montaña de estiércol" que el propietario de la explotación de cabras y ovejas tiene.

En este sentido, una de las vecinas afectadas, Asunción Pomares, asegura que lleva meses intentando que se dé solución a un problema que ha trasmitido tanto al Ayuntamiento como a los responsables autonómicos sin que hasta el momento hayan hecho nada por subsanar esas deficiencias que ponen en riesgo la convivencia vecinal. "Nosotros no queremos que le cierren la explotación, sino que cumpla con las medidas que se exigen para este tipo de instalaciones con el fin de que cause las menos molestias posibles", señaló la vecina afectada, quien asegura que además en la finca existen un gran número de perros que permanecen durante gran parte de la jornada atados a una valla, aullando sin cesar y rodeados de excrementos.

Los vecinos de la partida de Altabix han recogido firmas para adjuntarlas a las quejas presentadas en el Ayuntamiento. Los vecinos aseguran que las primeras denuncias fueron presentadas en septiembre de 2009 y a pesar de que en ningún momento han dejado de lado el tema en ningún momento se les ha dado solución alguna a los problemas.

Subsanar las deficiencias

Los vecinos exigen al propietario de la explotación ganadera que tape la montaña de estiércol para evitar olores y la proliferación de insectos y que no emplee un foso que tiene excavado en la tierra para almacenar comida para el ganado, ya que cuando ésta entra en proceso de descomposición el olor es nauseabundo. "Por ello exigimos que se haga una inspección y que se obligue al dueño de la explotación a subsanar las deficiencias que existan", explican los vecinos en las denuncias que han formulado ante el Ayuntamiento de Elche.