El pasado año obtuvisteis un Goya y éste, de momento, los premios de las citas de Medina, Valladolid y Elche. Una buena trayectoria.

Estamos muy satisfechos. Lo de la Academia, en la categoría de animación, fue una carambola que, probablemente, se ha convertido en un trampolín. Pero lo cierto es que, tanto a mi hermano como a mí, nos hace más ilusión la ficción y movernos por los festivales. En el de aquí, que se ha convertido en uno de los más importantes, nos habíamos presentado varias veces y, ahora que, por primera vez, nos han seleccionado, estamos muy contentos de haber ganado.

Este tipo de iniciativas siguen siendo una de las principales salidas para los directores noveles.

Sin duda. Si no existieran festivales como éste, los cortometrajes no existirían o, al menos, no serían lo mismo. Somos el país europeo con más citas anuales de cine independiente, por lo que el creador de estas piezas puede sentirse muy arropado.

¿Eso quiere decir que hay esperanza para los que empiezan?

No me gusta dar lecciones, pero mi consejo es que creen obras que les satisfagan y que piensen que puedan gustar al público antes de obsesionarse con los resultados económicos o los premios de los festivales. Lo más importante es tener paciencia para ir aprendiendo paso a paso, así como constancia cuando se apuesta por un proyecto.

En esta ocasión, dada su complejidad, ha tenido que ser difícil iniciarlo y llevarlo a cabo.

Este cortometraje nos ha llevado dos años, porque la producción ha sido muy costosa y hemos querido cuidar todos los detalles. Además, aunque muchos nos reconocieron que la idea les gustaba, no nos apoyaban porque dudaban de que pudiese concretarse. Sin embargo, seguimos adelante y, como logramos reunir a grandes profesionales, conseguimos sacarlo a flote.

Además, el tema central de la obra, el maltrato contra las mujeres, y su tratamiento, tampoco son sencillos.

El tratamiento de estos temas es fundamental, porque el cine puede luchar contra la violencia de género si ofrece un mensaje de esperanza. Sin embargo, mucha gente prefiere ver películas para evadirse de la realidad, por lo que hicimos una apuesta arriesgada y buscamos un estilo más poético y surrealista.

Y a partir de ahora, ¿cuáles son sus planes para el futuro?

Tenemos un corto en marcha que esperamos traer el próximo año, y algunas ideas para poder dar el salto al largometraje. No obstante, queremos ir paso a paso y no lanzarnos hasta que estemos seguros.