En plenas celebraciones en honor a Santa Ana, los vecinos de Valverdese disponen a disfrutar de sus días grandes, aunque no olvidan sus problemas. Los 2.000 residentes que viven en la pedanía ilicitana se enfrentan a los inconvenientes desencadenados por las obras que se realizan en la carretera de Santa Pola. Si de manera habitual los cambios de sentido en esta vía se convertían en una acción peligrosa como consecuencia del afluente tráfico en dirección a la playa, ahora esta situación se ha visto agravada por la mayor condensación de vehículos en la calzada, que hace que el acceso a Valverde se convierta en una auténtica odisea. "Para entrar o salir de la partida en horas punta, cuando está todo cargado de tráfico, supone un peligro latente y de hecho no dejan de registrarse accidentes o golpes entre vehículos por esta razón", señala José Luis Tena, presidente de la Asociación de Vecinos de Valverde.

A esta dificultad, se suman los problemas ocasionados en el camino de las Torres de Gaitán, una vía alternativa para ir hasta Santa Pola, que registra mucho tráfico y, según el pedáneo de la pedanía, Pedro Ruiz, se está viendo gravemente afectado por la existencia de baches y la necesidad de reasfaltar la vía. En este sentido, de manera similar a lo que ocurre en el resto de las partidas rurales ilicitanas, el estado de los caminos vuelve a convertirse en un problema candente. Ante la aprobación por parte del Ayuntamiento de reparar la casi totalidad de las vías que han sufrido desperfectos como consecuencia de la instalación del riego por goteo, los vecinos confían en ver pronto la luz a esta situación. "El parcheo no es suficiente, aquí se necesita una inversión fuerte por parte de las administraciones", explica el pedáneo. A estas necesidades principales se suman las peticiones de algunos vecinos para aumentar la seguridad en Valverde con más presencia policial, ya que como consecuencia del verano las casas están abiertas y la gente pasa más tiempo fuera de sus hogares. La creación de una zona comercial y el desarrollo de un núcleo urbano, la mejora de la frecuencia en la línea de autobús y más contenedores forman parte de las aspiraciones vecinales.