Los bomberos del parque comarcal del Baix Vinalopó esperan que la situación en la que se encuentran se subsane antes de las próximas fiestas de agosto, ya que de lo contrario la decisión de los profesionales podría poner en peligro la celebración de la Nit de l'Albá. Habitualmente, el dispositivo que los bomberos montan para la Alborada en distintos puntos de la ciudad está compuesto por una treintena de efectivos, una cifra que se completa con profesionales fuera de servicio que realizan horas extra. Sin embargo, este año los profesionales ilicitanos están dispuestos a no prolongar sus trabajo más allá de la duración de la jornada laboral convencional, por lo que difícilmente podría garantizarse la seguridad en una de las noches más emblemáticas de las fiestas de Elche. "Si no se atienden nuestras demandas, que esperamos que sí, el Consorcio tendrá que traer unidades de otros puntos de la provincia", señaló el portavoz del SPPLB, Ángel Botía.

Los bomberos de Elche, y también los del resto de la provincia, llevan años reclamando un aumento de las plantillas porque aseguran que lejos de incrementarse el personal los efectivos han ido descendiendo al no cubrirse las vacantes ni las bajas. Todo ello en zonas como Elche, con un término municipal muy amplio, con una industria que entraña un especial riesgo en cuanto a incendios y con una población que ha ido incrementándose de forma considerable en los últimos años.