Disfrutar de unas vacaciones bien merecidas, aunque sea quedándose en la ciudad, pero, sobre todo, aprendiendo y jugando es el propósito de muchos de los padres que trabajan durante el mes de julio y que inscriben a sus niños en las escuelas de verano. Un año más, la Universidad Miguel Hernández se convierte en el escenario donde cerca de 500 niños y chavales asisten cada día para pasar un buen rato en los distintos talleres didácticos y lúdicos y, también para disfrutar de las actividades deportivas que ofrece el centro universitario. Una edición, que por primera vez este verano, ha ampliado su oferta con el aula "Tú más" para jóvenes de 13 a 16 años y que ha creado un espacio de integración con la admisión de niños con discapacidades intelectuales como el síndrome de Down o con deficiencias visuales. Esta iniciativa, según Cordelia Esteve, coordinadora de la escuela de verano, pretende que se vuelva a repetir en la próxima edición con la ampliación a otras minusvalías. "Lo importante es que los niños se integren y aprendan a aceptar a sus compañeros y en lo que llevamos de curso se están cumpliendo las expectativas", señala la coordinadora.

Así, desde el 28 de junio hasta finalizar este mes 75 monitores, que han sido especialmente preparados para participar en la escuela de verano, se encargan de que el aprendizaje, unido a la diversión se conviertan en el ingrediente perfecto para hacer disfrutar de unas buenas vacaciones estivales. Repaso escolar, talleres de inglés, informática, pintura, manualidades, cuentacuentos y también clases en la piscina o juegos acuáticos son las principales actividades en las que se adentran los pequeños, con edades de 4 hasta 11 años, durante cada mañana en la universidad. De esta manera, la escuela de verano de la UMH ha programado un servicio que cuenta con grupos reducidos, de cinco niños o 10 como máximo, con un monitor a disposición de los alumnos. Los campus de Elche, Orihuela y San Juan son los lugares donde está habilitada esta oferta estival desde hace nueve años. Según los organizadores, este verano, la demanda ha llegado al máximo con respecto a los años anteriores, con casi cien inscripciones más, que el pasado ejercicio. Así, por un importe de 200 euros los padres han querido que sus hijos aprovechen esta alternativa mientras ellos están en el trabajo. Una tarifa que además, contempla deducciones por hermanos o por inscribirse tan sólo unas semanas en lugar del mes completo.

También para los mayores

Pero, además, de los más pequeños, los niños de 11 hasta 16 años tienen su hueco en la universidad para no aburrirse durante el mes de julio. Según César Tomás, responsable de la unidad de gestión deportiva, 16 monitores se encargan de impartir los distintos talleres con el objetivo de que los adolescentes "se lo pasen bien y aprendan cosas nuevas en lugar de quedarse en casa". En el "aula júnior", creada hace tres años, los alumnos pueden practicar deporte, reforzar su nivel de inglés, jugando al sing star o viendo películas y leyendo textos. "Lo importante es que repasen lo aprendido durante el curso, que cojan confianza con el idioma, pero a la vez divirtiéndose porque es verano", apunta Virginia Ramírez, monitora del taller de inglés. Partir de la informática básica o aprender nuevos programas, es otra de las ofertas operativas para el verano. Pero, además gracias a la iniciativa "Tú más", los más mayores pueden practicar deporte adaptado, mediante el cual el alumno juega en silla de ruedas al baloncesto o se le tapa los ojos para practicar fútbol y así puede conocer los obstáculos de los discapacitados. También, los propios chavales tienen la oportunidad de editar y locutar su propio programa en los talleres de radio o conocer las peculiaridades del huerto ilicitano en las actividades medioambientales.