Si bien es cierto que la tecnología debe estar al servicio del ciudadano, la máxima no parece cumplirse sistemáticamente, máxime cuando los avances provocan cambios casi abismales de un instante al siguiente. Algo de esto parece que está ocurriendo con las historias clínicas de los ilicitanos desde que hace poco más de un mes conviven en la ciudad dos hospitales con dos sistemas informáticos completamente distintos. Mientras que el Hospital General de Elche tiene en marcha el Abucassis desde hace unos años, el Florence es el que maneja el Hospital del Vinalopó.

En este contexto, el hospital recientemente inaugurado junto a la carretera de Crevillent tiene posibilidad de "leer" las historias clínicas digitalizadas de ambos sistemas informáticos, ya que en los centros de salud de El Toscar, Carrús, Doctor Sapena, José María Pemán y Crevillent el programa digital que está en funcionamiento es el "heredado" del anterior departamento. La cosa cambia al contrario, ya que el Hospital General de Elche únicamente puede visualizar en la red su propia aplicación informática, siendo imposible que, por ejemplo, pueda consultarse la historia clínica de un paciente que sea remitido por cualquier causa desde el Hospital del Vinalopó.

Pero tampoco el nuevo hospital tiene en su mano toda la información clínica de los pacientes, ya que el Hospital General cuenta en sus archivos con innumerables documentos que no han sido digitalizados y que funcionan en sistema de papel. Por ello, muchos usuarios del nuevo centro sanitario han mostrado su malestar porque, aseguran, cuando precisan de alguna documentación antigua se ven obligados a acudir al Hospital General de Elche para recoger en mano la documentación. Desde el Hospital del Vinalopó se asegura que no se remite a ningún paciente al otro centro sanitario para obtener esta información y que, incluso, cuentan con personal propio en el Hospital General para ir digitalizando progresivamente todas las historias clínicas de los pacientes que tienen adscritos, ya que el nuevo hospital sólo maneja soportes informáticos y no documentación en papel.

En cualquier caso, parece algo sorprendente que dos hospitales que funcionan en la misma ciudad y que incluso están llamados a remitirse pacientes indistintamente en función de las patologías que presenten hayan permitido que la tecnología se convierta en una auténtica barrera.