Más de un millar de farmacéuticos de la provincia se concentraron ayer en la plaza de la Muntanyeta para protestar contra los decretos del Gobierno que conllevan una rebaja en la facturación de las farmacias. La protesta coincidió con el cierre de 800 establecimientos de la provincia de 9 a 15 horas, aunque los ciudadanos estuvieron abastecidos por las 74 oficinas decretadas de guardia, según destacó el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Jaime Carbonell.

Los trabajadores entregaron a la subdelegada del Gobierno dos cartas dirigidas a los presidentes Zapatero y Camps, en las que reclaman que los recortes sean sólo temporales mientras que persista la situación de crisis, ya que ponen en peligro la supervivencia de 200 farmacias en la provincia, sobre todo en zonas de costa y rurales, y mil empleos. En la provincia hay 786 titulares de farmacia, 600 adjuntos y 3.100 auxiliares.

El paro en Elche fue generalizado entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde, mientras que el servicio de atención al público se restableció con normalidad por la tarde. Las oficinas de farmacia ilicitanas con las persianas bajadas y las cristaleras repletas de folletos informativos sobre los motivos del paro dejaron constancia de que el colectivo ilicitano también está en contra de los dos decretos que, en la práctica, suponen un importante recorte a los beneficios. Los farmacéuticos aseguran que la reducción del precio del medicamento ha sido una constante progresiva en la última década y que las últimas medidas ponen en peligro la continuidad de muchas farmacias.

En cuanto a los usuarios ilicitanos, la información suministrada en los días previos al paro y la posibilidad de adquirir sus medicamentos por la tarde provocó gran comprensión entre los clientes.