Elche ha sido escogido como uno de los puntos imprescindibles de visita para un grupo de alumnos iberoamericanos que, durante algo más de una semana, se encuentra viajando por toda España para conocer de primera mano distintos tipos de patrimonio reconocidos a nivel internacional.

Estos jóvenes, unos 50, acompañados de sus tutores y monitores, se desplazaron precisamente ayer hasta el municipio ilicitano donde, en primer lugar, fueron recibidos por el alcalde, Alejandro Soler, quien les dio la bienvenida y les deseó la mejor de las experiencias en esta aventura.

Acto seguido entraron en materia, ya que se desplazaron al huerto de Revenga donde pudieron conocer cómo pervive la herencia musulmana a la hora de salvaguardar el Palmeral, cómo se gestionan las acequias que lo riegan o cuál es el trabajo del palmerero.

"Los paisajes culturales son una matriz de patrimonios, y en este caso, en el Palmeral, se dan cita elementos materiales, que hacen posible la producción agrícola intensiva en un espacio que si no sería un desierto; y elementos inmateriales, que comprenden la sabiduría del agricultor, los conocimientos heredados sin los que no sería posible realizar este regadío artificial", señalaba ayer Luis Pablo Martínez, uno de los colaboradores del Museo de Pusol que acompañó ayer a la comitiva.

Precisamente fue el colegio de Pusol y su proyecto educativo de salvaguarda del patrimonio cultural internacional el que estuvo haciendo de anfitrión a este grupo, integrado por jóvenes de Brasil, Venezuela, Chile, Paraguay, Argentina, México, Perú o Portugal, entre otros, pero también de distintos puntos de España.

No en vano, hay una única alumna ilicitana y de toda la provincia en este grupo internacional: Carolina Pascual, del colegio Pusol, y que, al igual que el resto de sus compañeros, además de visitar distintas localidades que son patrimonio cultural, debe explicar, por medio de una pequeña exposición, el triple patrimonio reconocido por la Unesco que atesora Elche: el Palmeral, el Misteri, y el proyecto del Museo de Pusol.

De las palmeras, los alumnos pasaron a degustar, como no podía ser de otro modo, un arroz con costra típicamente ilicitano antes de conocer el Museo de Pusol, tanto su vertiente museística como educativa y cultural.

La expedición, la mayoría de entre 11 y 15 años y que permanece en España del 20 al 30 de junio junto con sus tutores y monitores, fue ayer en Elche en todo momento a contrarreloj. Fueron con retraso sobre el horario previsto durante toda la jornada y tras abandonar el Museo de Pusol llegaron a la Casa de la Festa con más de una hora de retraso. Eso impidió en parte asistir a todo un ensayo de la Escolanía del Misteri, aunque varios de los escolanos, junto con el director de los mismos, Javier Gonzálvez, no se resistieron a interpretar algunos pasajes de La Festa.

Con buen sabor de boca, y tras la puesta en común de las experiencias acumuladas en un día sin pausa, los alumnos emprendieron regreso a Aranjuez, lugar de concentración desde el que hoy, mañana y pasado se desplazarán a otras localidades del país donde, como Elche, se enorgullecen de ser patrimonio de la humanidad.

El Ministerio de Cultura auspicia este llamado II Foro Juvenil Iberoamericano del Patrimonio Mundial, cuyo objetivo es la participación de colegios en la realización de proyectos de turismo cultural en los sitios patrimonio a los que representan, de ahí que Elche no pudiera faltar.