La concienciación acerca de la reducción del uso de las bolsas de plástico para colaborar con la preservación del medio ambiente, aunque crece paso a paso, todavía no resulta del todo efectiva. Sobre todo, al tener en cuenta que España es el primer país productor de plástico de un único uso y el tercer consumidor de toda Europa. Para combatir las consecuencias que tiene este material considerado extremadamente nocivo para la naturaleza, y que llega a tardar unos 150 años en degradarse, ya se contemplan varias iniciativas.

Entre ellas, se encuentra la de un grupo de investigadores de la UMH que ha desarrollado un proyecto para la creación de bolsas biodegradables a partir del aprovechamiento de un residuo de la chufa. Un estudio que avanza favorablemente y que pretende ser factible con la creación de una empresa de base biotecnológica. De hecho, según asegura José Ángel Pérez, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela de la UMH y asesor del proyecto, la propia universidad, a través del Observatorio Ocupacional, ya está realizando las gestiones pertinentes para poder crear la empresa. Esta idea, que también acaba de logar el premio del VI Certamen Innova- Emprende del centro académico, forma parte de la tesis de dos alumnas del doctorado de Biología y Ciencias de la Alimentación, Elena Sánchez y Evangélica Fuentes. Dos expertas en nutrición que han desarrollado una iniciativa que, además de suponer un guiño al medio ambiente, permitiría aprovechar un almidón no comestible.

En el país ya se han puesto en marcha algunas medidas de acuerdo al Plan Nacional Integrado de Residuos, aprobado en 2008, con el que se pretende reducir en un 50% el consumo de las bolsas de plástico y su prohibición en 2015. Tanto es así, que algunos supermercados ya han fomentado el uso de bolsas biodegradables, pero, generalmente, fabricadas a partir de una fécula de patata. Sin embargo, la gran diferencia de este proyecto piloto, a base un componente de horchata, es que "no se necesita molestar la cadena alimentaria, porque el residuo de la chufa no es aprovechado en ninguna industria del sector para elaborar este tipo de bebida", apunta Pérez. Precisamente, según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Chufa de Valencia, en la campaña 2007-2008 se produjeron 4,2 toneladas de residuo de chufa del que podrían recuperarse alrededor de 2,5 toneladas de almidón para fabricar 1.500.000 de bolsas biodegradables al año.

Un producto, que una vez cumplida su vida útil, iría destinado al contenedor verde con el resto de la basura orgánica.

Esta apuesta innovadora ya ha sido respaldada por varias empresas del sector de la horchata interesadas en vender sus residuos que carecen de valor comercial.