Emigdio Tormo era el jefe de la Policía Municipal en 1982, aquella fecha en la que las lluvias azotaron la provincia. En Elche, las inundaciones afectaron sobre todo a las pedanías del sur y el temporal no tuvo mayores consecuencias porque Vicente Quiles había ejecutado años antes una de las obras más importantes de la ciudad: el encauzamiento del Vinalopó.

¿Cómo recuerda aquella jornada?

Tuvimos mucha suerte de que el Vinalopó estuviera ya encauzado. Cuenta Emigdio Santamaría que en 1888 la ciudad quedó anegada porque se habían obstruido los ojos del puente viejo, cosa que hace 28 años no ocurrió por la canalización. El agua bajaba muy rápido, pero sólo se inundó la zona sur del campo de Elche.

¿Qué papel jugó la Policía Municipal de Elche?

Teníamos pocos efectivos, aunque la Guardia Civil tenía menos y la Policía Gubernativa sólo se dedicaba a la investigación. En los eventos importantes lo que hacíamos era ir comunicándonos de boca en boca para que todos los agentes acudieran a la Jefatura: entonces no había celulares. Afortunadamente, teníamos todoterrenos y nuestra misión principal fue la de patrullar por las calles, acompañados de la Guardia Civil. Era esencial proteger las centrales eléctricas, los edificios singulares y los puntos neurálgicos. El problema es que se fue la luz y la radio de la Policía dejó de funcionar. Afortunadamente un promotor de obras públicas nos dejó un grupo electrógeno que pusimos en la puerta de las oficinas y pudimos restablecer las comunicaciones.

¿Hubo verdadero peligro?

Había mucha preocupación no sólo por lo que había llovido en Elche, sino por lo que había caído en la zona alta de Vinalopó. Yo iba en un coche con el capitán de la Guardia Civil camino de La Hoya y Derramador para ver la situación. Nada más pasar por el puente de la carretera de Dolores éste se partió y hubo que cortar el tráfico. A la vuelta lo pasamos mal porque tuvimos que venir por La Marina, con dos palmos de agua y una fuerte corriente que hacía muy difícil la conducción. El Pantano, afortunadamente, no hizo efecto presa y el cauce del río no se rebasó. A los enfermos de diálisis los evacuamos en helicóptero desde el estadio a Alicante. Se trabajó bien, a pesar de los medios.