Han pasado 27 años desde que el Archivo Histórico Municipal de Elche se trasladó a su actual ubicación en el complejo cultural San José, en la Replaceta del Santísimo Cristo de Zalamea; y en todo este tiempo, nunca antes que ayer se habían abierto sus puertas, de par en par, a los ciudadanos para que conocieran los fondos que guarda y los secretos que atesora. Una oportunidad así llegó de la mano del Día Internacional de los Archivos y del sencillo homenaje que se quiso rendir a la persona que durante más de 30 años ha servido, en cuerpo y alma, a la gestión del centro documental ilicitano, Rafael Navarro Mallebrera, archivero y bibliotecario municipal que en unos meses dejará de serlo. De esta manera, se daba una doble y especial circunstancia, entre lo más técnico e histórico y lo humano, a la que se añadió un acto oficial que puso en evidencia el papel cada vez más relevante que está teniendo el Archivo en la vida de la ciudad, ya que se entregó una copia digitalizada de los fondos de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor del Pantano, depositados allí hace tres años para su restauración y salvaguarda.

La jornada de puertas abiertas permitió que unos 40 ilicitanos, en tres turnos de una hora cada uno, conocieran el recorrido singular por las dos plantas que, en la actualidad, tiene el Archivo Histórico de Elche.

Y, como era de esperar, el interés desbordó las previsiones, hasta el punto de que muchos de los asistentes, que habían hecho su petición para la visita guiada con días de antelación, ya se encontraban en el centro cultural San José mucho antes de la hora prevista para tan particular aventura. La pregunta más habitual: "¿Podemos hacer fotografías?". Luego en el recorrido, con instantes mágicos cuando se enseñaban algunos de los documentos o espacios más celosamente guardados, llegarían las agradables sorpresas y la satisfacción por ver de cerca lo que "alguna vez nos habían contado, pero que no podíamos imaginar que fuera así", aseguraban los privilegiados visitantes.

Los técnicos del Archivo les acompañaron para que pudieran conocer, de primera mano, los depósitos, la organización por secciones y temas, y, por supuesto, algunos de los documentos más significativos e importantes que, desde hace siete siglos, en las dos plantas del centro documental ilicitano se custodian.

La aventura del saber

Los miembros de la Corporación Municipal, con el alcalde Alejandro Soler y la concejal de Cultura Àngels Candela al frente, y los de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor del Pantano tuvieron también la oportunidad única de ver guiada su visita por el archivero Rafael Navarro y la jefa del Archivo, Carmina Verdú. Paso a paso, el recorrido iba creciendo para hacer más grande la línea que separa el pasado del hoy. Carmina Verdú mostraba con sus explicaciones lo importante que ha sido, y que es, un lugar donde se custodian los pilares que sostienen la historia viva de la ciudad.

El trayecto se inicia en la primera planta del Archivo con los boletines oficiales, convertidos en una secuencia sin fin de realidades oficiales que llenan la parte Administrativa de casi medio millón de registros diferentes. Carmina Verdú echa mano de la historia para resfrescar las memorias y los acontecimientos con la huella que dejaron archiveros como Pedro Ibarra y Alejandro Ramos. Luego, perplejidad en los rostros al "presentar" la estantería Currens o esa manera organizada de numerar los documentos del uno al infinito.

El tiempo, como era de esperar, se ha detenido, hay un cruce de siglos que lia la realidad para confundirla, porque lo importante es ver lo que muy pocas veces se ha visto y no estar pendiente del reloj. Después llegarán artesanales y laboriosos libros de registros, los padrones y la amplia sección de Quintas y Estadísticas. De ahí, a la parte donde es sencillo identificar escenas porque el soporte es la fotografía, desde los primeros huertos hasta los alcaldes de la ciudad ilicitana con sus imágenes correspondientes, las perspectivas primeras de la ciudad como núcleo urbano, el primer traslado de la Dama o la visita a Elche de Isabel II acompañada por el fotógrafo Charles Clifford. "El Archivo ha estado ligado al Ayuntamiento de Elche, pero se han ido incorporando otras instituciones. En su tiempo en el Archivo llegaron a representarse comedias e, incluso, se recogían los trajes que se utilizan en las representaciones de La Festa", añadía Carmina Verdú.

De la digitalización a los primeros documentos, de los pergaminos restaurados a los protocolos notariales y a las actas municipales, todo y de todo desde el siglo XIII hasta nuestros días... en soporte papel, audiovisual y electrónico.

Y de la realidad al futuro inmediato, ya que el alcalde Alejandro Soler comentaba ayer, al término de la visita, que el nuevo edificio del Archivo Histórico Municipal, en el barrio de Carrús, "estará terminado, la obra y dotación del mobiliario, después del verano". El traslado posterior, sin embargo, será lento y necesitará de varios meses.