Con un nexo de unión entre sus miembros que recorre desde el hobby y la cultura hasta la defensa de los intereses de los más desfavorecidos, el movimiento asociativo en Elche gana cada año presencia en la ciudad. Un total de 402 colectivos en activo en la actualidad que representan el papel de ser altavoces de los intereses y dificultades de múltiples ciudadanos.

Con el objetivo de facilitar la adaptación de sus compatriotas recién llegados de Mauritania vio la luz en 2007 la Asociación de Emigrantes Mauritanos de Hassi-Chaggar en Elche. Un colectivo integrado por cerca de ochenta personas que desde esta plataforma coordinan talleres en materia formativa y laboral "con clases de fontanería, mecánica, así como tareas de información y de integración en la provincia", explicó Diafara Kamara, impulsor de la agrupación.

Compartiendo esta filosofía y orientando parte de su razón de ser a la integración de los jóvenes, la Asociación de Ecuatorianos y Latinoamericanos Eloy Alfaro lleva trabajando en la ciudad desde 2006 para fomentar la cultura y el deporte entre los chavales. Gracias a estas iniciativas múltiples jóvenes "tanto de Ecuador como de otros países y nacionales participan en proyectos como la llamada Liga de Integración. Una iniciativa que celebra este año su séptima edición en Elche y que está permitiendo a los chicos tener oportunidades de formación profesional en equipos de fútbol locales, además de potenciar los espacios de participación social a los que tienen acceso" subrayó Gustavo Carrasco, representante del grupo.

Talleres de danza ecuatoriana, break dance o clases de apoyo para los integrantes del colectivo dan fuelle, además, a este proyecto que, sólo en la vía del deporte, mueve a trescientas personas, puntualizó.

Con la diferencia como unión

Bajo la premisa de convertir sus particularidades en razón de grupo nació hace cuatro años la Asociación de Gemelos y Mellizos con sede en Elche. La curiosidad e inquietud de sus cuatro fundadores por encontrar a más gente como ellos les llevó a sumergirse en esta difícil carrera por fundar un colectivo que hoy cuenta con más de 80 integrantes.

"Vimos en internet, a través de los foros, que había muchos puntos de encuentro entre mellizos y quisimos ir un poco más allá. Somos el único grupo consolidado en España y el camino es difícil, la obtención de ayudas mucho más, pero seguimos luchando por crecer", precisó Antonio Torregrosa, tesorero de la asociación.

Con estos esfuerzos han logrado alcanzar mejoras para sus miembros, entre otras, "rebajas en aspectos básicos como las farmacias, ya que para familias como han sido las nuestras los gastos de los niños se disparan".

El abanico de asociaciones muestra así una gran diversidad con agrupaciones que van desde la afición al cante y sus peñas rocieras a clubes de radioaficionados, amantes de las nuevas tecnologías o familias vinculadas al ámbito rural de Elche. Grupos todos ellos regulados de manera oficial por el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas, coordinado por la Concejalía de Participación de Elche. Un espacio desde el que se asesora a las futuras asociaciones, con proyectos en vías de materializarse que en estos momentos sobrepasan los setenta, según los datos del departamento.

Tomando como punto de referencia las posibilidades de comunicar que ofrece la interpretación, saltó a escena hace ya cerca de quince años la Asociación de Teatro No Somos Monstruos (NSM). Un proyecto consolidado que se mueve a pie de calle y sobre los escenarios de múltiples ciudades, con el que sus miembros han logrado situar en una posición de referencia su interés por el teatro.

El grupo, integrado por unas doce personas, comparte la filosofía "de ofrecer una propuesta de teatro experimental y distinto", subrayó uno de los impulsores de este proyecto, Marcial Góngora. Unas creaciones independientes que sumergen de lleno en la actualidad a los integrantes de esta agrupación en los ensayos de su última obra "Elogio a la primavera".

Y de la sonoridad del teatro a la minuciosidad de un arte que ha cautivado en la ciudad a un nutrido grupo de aficionados que hoy ya ejercen de maestros. Con ejemplares que superan los 183 años, los integrantes de la Asociación Elx Club del Bonsái han conseguido contagiar su afición a múltiples ciudadanos, aglutinando a un colectivo de más de cincuenta socios.

Personas interesadas en compartir sus conocimientos y que participan de manera activa "en la preparación de ferias y talleres que permitan a otras personas descubrir cosas nuevas que puedan aportar experiencias enriquecedoras a sus vidas", resaltó el presidente de la asociación, Francisco Agulló.